CASTILLO DE PÌTTAMIGLIO

CASTILLO DE PÌTTAMIGLIO

martes, 27 de marzo de 2007

LA COMEDIA NACIONAL Y SUS HISTORIAS
"El León Ciego", los extremos de la crítica

Si al decir de Angel Curotto (ver nota aparte) la Comedia Nacional “no nació entre caricias” (*I), su primer estreno, la obra del autor compatriota Ernesto Herrera El León Ciego, tampoco se realizó entre algodones y rosas. Los eufóricos aplausos de un público que colmaba las instalaciones del recientemente remozado Teatro Solís, no hacían mella en las observaciones de la crítica que juzgaba severamente su actuación.
El estreno de El León Ciego dio lugar a que se expresaran aquellos que tenían reparos a la creación institucional de la Comedia Nacional por parte de la Comisión de Teatros Municipales presidida por Justino Zavala Muniz, insistiendo, aun el mismo día en que el conjunto se presentaba ante el gran público, que esto no era más que “un simple ensayo”, aunque reconocía que implicaba todo un “esfuerzo” del cual “pueden surgir valores que determinen más tarde, la creación de una verdadera Comedia Nacional, que financiada por el Estado, nos ofrezca Teatro Rioplatense en su más perfecta y noble expresión”. (*II) La calidad del espectáculo logrado esa noche fue, para el mismo crítico, de tan “alta dignidad que es un signo afirmativo y rotundo, de que nos encontramos en el auténtico camino hacia lo que deberá ser algún día la Comedia Nacional” (*III)
Para otros, descreídos de que fuera posible que algún día se llegara a crear una compañía de teatro nacional estable, que difundiese teatro uruguayo y universal con un nivel del que los uruguayos pudiesen estar orgullosos, debido a la falta de actores, directores y autores profesionales que hicieran posible ese propósito; los reparos al estreno de El León Ciego comenzaron con la propia elección de la obra a interpretar por parte de la Comisión de Teatros Municipales, y los valores literarios y personales del propio autor.
“Herrera no es aún un clásico de nuestra literatura romántica. (...) Anarquista doctrinario y psicólogo, individualista sin una última verdad, no se adscribió a postulados pragmáticos... Observador de tipos y costumbres, su obra, empero, no es densa ni perdurable. (...) De su teatro nos quedamos con El León Ciego... Es su obra más lograda, la más firme, escrita sin vacilaciones, de aliento épico, con caracteres de una sola pieza... El León Ciego se va alejando empero, de nuestra atención reflexiva, de nuestra sensibilidad estética. Queda confinada, la obra, en una época ya lejana, porque es documento de un tiempo heroico. Los espectadores de hoy, nutridos de un nuevo humanismo, y ante nuevas valoraciones del individuo, no pueden sentir ese problema de la gracia épica, esa entrega al Ananké cimarrón, esa identificación del hombre con la tierra que lo empujó en un sesgo peculiar de su espíritu, a soluciones que superarían las condiciones vigentes de vida."Esos dramas dolorosos, no convienen totalmente, a nuestros días pero en esta cruzada, de revisión de valores y de difusión de otros nuevos, ¿cómo habría que(sic) quedar al margen Herrerita?” (*IV)
Siempre hay quien marca el camino del medio, que en este caso bien podría estar representado por el periódico La Mañana, cuyo cronista vio en lo ocurrido la noche del 2 de octubre en el Teatro Solís, el inicio de “un nuevo intento de comedia nacional estable... vieja y noble aspiración de todas las fuerzas vivas del teatro que existen en el ambiente.” Las deficiencias que puedan haber existido en aquel espectáculo, se justificaban en el hecho de que “Para la formación del elenco no se ha podido contar más que con elementos radicados en nuestro país... frente a una obra que requiere en todas sus partes una capacidad interpretativa sólo capaz de proporcionar, aparte de otras condiciones, una práctica prolongada...” (*V) Pero en definitiva: “El primer paso está dado auspiciosamente”. (*VI)
La visión absolutamente positiva de lo que el inicio de las actuaciones de la Comedia Nacional significaba para la cultura de nuestro país estuvo representado por el periódico El Día, que tituló su artículo del 3 de octubre de 1947 diciendo: “Se inauguró brillantemente la temporada de Comedia Nacional en el Solís”. (*VII) Para este cronista, la noche del estreno estuvo plena de emociones, “una de esas noches memorables”, en la que se puso en marcha el mayor deseo de quienes “sienten verdadero amor por el teatro”. La interpretación de El León Ciego, fue “una expresión dignísima de arte dramático...” que “se desarrolló en un ambiente de fervoroso entusiasmo, cálido y vibrante, tanto de parte de sus intérpretes como del público, que siguió con contenida emoción el desarrollo de todo el espectáculo, aplaudiendo al final de cada acto y aun a escena abierta”. (*VIII)
El autor escogido para la ocasión “Ha sido un acierto... por ser innegables sus valores intrínsecos, por ser una de las obras fundamentales de nuestro teatro y por ser dentro de ése la más representativa y recia expresión artística que se haya dado de un momento de nuestra vida nacional”. (*IX)
La interpretación realizada por un elenco “constituido en buena parte por elementos bisoños, o por lo menos, de escasa experiencia escénica”, logró superar las dificultades que se podían presentar, “lográndose una versión dignísima, en su conjunto, brillante en más de un aspecto, un espectáculo de noble, de seria calidad artística, y una gran propiedad en todos sus detalles”. (*X) Si bien ninguna de las figuras del reparto logró una actuación que desmereciera al conjunto, hubo sí trabajos mejor logrados, como Alberto Candeau en el rol protagónico de Gumersindo, Enrique Guarnero y las actrices Rosita Miranda y Cotina Jiménez.
Descollante o no, la representación de El León Ciego por parte de la Comedia Nacional el 2 de octubre de 1947, significó para todos el inicio de algo nuevo, a quienes algunos le auguraban larga vida, y otros un efímero pasaje por nuestros escenarios.
El Dr. Emilio Frugoni fue quien abrió con un discurso aquella noche, y en el mismo expresaba: “Es necesario que cada pueblo cante con la propia voz que tenga.(...) La Comedia Nacional surge para hacernos oír esa voz, no dejando de ser nacional si acoge, en su seno también, como se propone, a los altos valores extranjeros”. (*XI)
Lo cierto es que desde ese momento y durante estos 57 años, la Comedia Nacional ha sabido cumplir con ese rol de ser la voz teatral de los uruguayos.
LA COMEDIA NACIONAL, UN ACERCAMIENTO A SUS ORÍGENES

Hablar de la Comedia Nacional, de su historia, es hablar en parte de la historia del Teatro Solís.El proyecto de creación de un elenco teatral de carácter oficial parecía naufragar en un debate parlamentario dilatando su concreción.Lo que era hasta entonces una aspiración superó las trabas por el apoyo del Intendente de Montevideo Dr. Andrés Martínez Trueba, al constituirse por decreto municipal Nº 1200 del 17 de abril de 1947, una Comisión de Teatros Municipales, con el cometido específico de crear un elenco oficial: la Comedia Nacional.La primera Comisión de Teatros Municipales estuvo integrada por Justino Zavala Muniz en calidad de Presidente, Ovidio Fernández Ríos, Vice Presidente, Carlos Etchegaray, Secretario, César Farrel, Tesorero, Julio Caporale Scelta, Vocal.La Comisión habiendo tomado posesión de su cargo el 21 de abril, en su segunda sesión designó a Angel Curotto, Gerente General de los Teatros Municipales y a Domingo Gallichio y Orlando J. Casiraghi en la Administración General.Fue lógico y natural que el nuevo elenco encontrara lugar en el escenario del Solís, desde 1937 propiedad municipal.
El nacimiento de la Comedia, a la distancia aparece con mayores fortalezas que dificultades, de esas fortalezas se escribe la historia de un elenco que forma parte de la identidad de los montevideanos y los uruguayos.Se puede preguntar el por qué de la necesidad de un elenco oficial estable en el Uruguay de fines de los ´40. Oscar Serra, integrante del actual elenco de la Comedia y estudioso de la vida institucional de ésta explica «La creación de la Comedia Nacional, se concreta al coincidir una serie de factores desencadenantes: la necesidad latente en el público (en momentos en que la política peronista hacia nuestro país impedía la asidua llegada de elencos); la experiencia recogida en intentos anteriores; la agremiación de los actores profesionales; la conformación de la Casa del Teatro; aunque lo determinante fue la adquisición de dos salas teatrales por parte de la Intendencia de Montevideo, y que fueran confiadas a hombres de acción, conocedores del medio teatral, vinculados además a las altas esferas oficiales donde encontraron espíritus sensibles a sus proyectos.Otro factor fundamental, sin duda, fue el alto nivel de participación orgánica de la gente de teatro para instrumentar las bases de la Comedia Nacional, lo que posibilitó que no se tomara el proyecto como otra temporada esporádica más o menos prolongada e interesante dentro del período político; planificando, en cambio, con carácter de permanencia y sentido de futuro». (*I)
Jorge Abbondanza se refirió así a los orígenes del elenco, «... la Comedia Nacional nació en el cordial Montevideo de 1947, como reflejo de una etapa de la cultura nacional donde también florecía el cineclubismo, empezaban a brotar elencos de teatro independiente, se afianzaba el prestigio de las temporadas sinfónicas, emergía el empenachado grupo de intelectuales que más tarde se conocería como Generación del 45 y aparecía el Salón Municipal de Bellas Artes, como variados índices de la expansión que se respaldaba en una vitalidad colectiva y tenía sus ecos en un periodismo especializado de creciente rigor». (*II)
De lo expuesto por Serra y Abbondanza, incuestionable, parece necesario subrayar dos ideas fundamentales: el carácter de permanencia y sentido de futuro que sin duda le dieron sus gestores a esta empresa y el intento de búsqueda y afirmación de una identidad nacional a través de un teatro que buscaba - sin dejar de ser rioplatense - ser teatro uruguayo.Un teatro que fuese instrumento de inclusión social, a través de textos referidos a lo propio o de textos universales, que presentados con la sensibilidad de lo propio lograsen ese objetivo.Pero esa inclusión social no debe pensarse sólo desde el público, sino también desde las perspectivas y posibilidades expresivas y laborales de dramaturgos, actores y técnicos teatrales.
Justino Zavala Muniz, lo expresaba en el seno de la Comisión. «Nuestros autores no encuentran el medio social que les permita el desarrollo de su vocación. (...) En términos generales, es Buenos Aires quien ha sostenido las posibilidades de creación porque el dramaturgo, cuando ha finalizado su obra, sólo está en una etapa de media creación. Llegará a la creación total, cuando su obra la realice, cuando esté pronta para ponerse en escena». (*III)
La misma convicción y preocupación por las posibilidades que la Comedia debía dar al autor nacional la expresaba en una carta que dirigía en 1958 al entonces Vice Presidente de la Comisión de Teatros Municipales (*IV), Andrés Percivale, en respuesta a un ofrecimiento, que le proponía iniciar esa temporada con su obra Fausto Garay, un caudillo y que Zavala contestaba agradeciendo la propuesta en estos términos: «No sería justo, pues, que un escritor en mis condiciones, con todas sus obras estrenadas, le quitara una fecha a algún joven de talento que no ha podido ver aún su obra sobre la escena. A ellos, a los aún inéditos, a su nueva obra, debemos abrirles todos los caminos. Yo me complazco en colaborar, aunque en pequeña medida a ese propósito». (*V)
La preocupación de Zavala, era la de sus pares en la Comisión.El interés por el desarrollo de la obra de autores nacionales no era un signo – por cierto – de un nacionalismo exagerado, ni de condescendencia paternalista. Conscientes de la responsabilidad que en ellos recaía y críticos con los resultados alcanzados en la primera temporada que fue brevísima en el tiempo -octubre a diciembre- pero rica en títulos- estrenaron once títulos todos de autor nacional – al proyectar y estudiar la programación para la temporada 1948, se entendió que el repertorio no sólo debía basarse en obras de autor nacional sino en el repertorio universal, por lo cual era necesario fortalecer el elenco estable con primeras figuras de prestigio rioplatense y directores reconocidos méritos y trayectoria.En ese sentido se consultó a destacados directores teatrales -Antonio Cunill Cabanellas, Esteban Serrador, Margarita Xirgu, Armando Discépolo, Enrique Gustavino, y a prestigiosos actores argentinos, además de populares y queridos en nuestro medio como Enrique Serrano y Santiago Gómez Cou, que tendrían en diferente medida una larga vinculación con la Comedia Nacional.La Comisión consideró que estas posibles contrataciones afianzarían el desempeño de un elenco que más allá de reconocerse la seriedad con que encaraba el trabajo necesitaba del aprendizaje al lado de figuras de probado profesionalismo; a la vez que se consideraba lo que ganarían los espectáculos desde el punto de vista artístico. La calidad artística, fue sin duda una preocupación primordial. En los primeros meses del año 1948, Zavala Muniz, expresaba la necesidad de la creación de una Escuela de Arte Dramático «... fijándonos de una buena vez en la contratación de un gran Director y de tal manera que la Comedia Nacional sea la demanda y la Escuela la oferta». (*VI)Parece casi innecesario volver a señalar que fue la Sra. Margarita Xirgu, quien desde el ya lejano 1949, formó las primeras camadas de egresados de la Escuela, no sólo como Directora de la misma, sino también como Directora estable y actriz notable del elenco.
EL ELENCO FUNDADOR (ver nota aparte)
El primer elenco de la Comedia lo integraron actores y actrices que provenían de elencos profesionales, vocacionales o del radioteatro:Flor de María Bonino, Carmen Casnell, Martha Castellanos, Zelmira Daguerre, Mora Galián, Cotina Jiménez, Mary Marchissio, Rosita Miranda, Blanca Stiger, Elsa Ubal, Adelina Valdéz, Rómulo Boni, Alberto Candeau, Héctor Cuore, José O. Fernández, Enrique Guarnero, Guzmán Martínez Mieres, Carlos Muñoz, Miguel Moya, Ramón Otero, Horacio Preve, Constante Scartaccini.Director: Carlos Calderón de la Barca.Apuntador: José MaraTraspunte: Reynaldo Piccardo. (*VII)
EL DEBUT
El 2 de octubre de 1947, la Comedia Nacional presentaba en el Teatro Solís, colmado de público y expectativas El león ciego (ver nota aparte), del autor uruguayo Ernesto Herrera.Don Emilio Frugoni, en ese entonces Presidente del Círculo de la Prensa, en nombre de la Casa del Teatro del Uruguay, señalaba en el discurso previo a la función «Es necesario que cada pueblo cante con la propia voz que tenga. La Comedia Nacional surge para hacernos oír esa voz, no dejando de ser nacional si acoge, en su seno también como se propone, a los altos valores del extranjero».
LAS OBRAS DE LA TEMPORADA 1947 (ver nota aparte)
El león ciego, de Ernesto Herrera (ver nota aparte)Juan Felipe, de Julián García.Tacos Torcidos, de Isidro Sagües.Tres lunas de miel en avión, de Armengol P. Font.Mano Santa, de Florencio Sánchez. (ver nota aparte)Puertas Adentro, de Florencio Sánchez. (ver nota aparte)La Mancha, de Ramón Álvarez.El hombre natural, de Carlos María Princivalle.Maestra rural, de Horacio Sánchez Roge.Un buen negocio, de Florencio Sánchez. (ver nota aparte)Los curdas, de Florencio Sánchez. (ver nota aparte)Sobre lo que debía ser el trabajo de la Comisión señalaba Zavala Muniz «... integramos un organismo de gran responsabilidad en el cual no sólo debe crearse algo, sino, lo que es más importante, debe servirse a la República a entera satisfacción de quienes en nosotros confían. (...) En el arte, no existe la materialización que existe en cualquier obra pública. Es necesario que la obra se concrete; es necesario que la opinión pública se convenza de que no es todo un narcisismo intelectual sino una verdadera realidad». (*VIII)
Por ello, merece destacarse que la Comedia no sólo presentó estas obras en Montevideo, sino que entre el 6 y el 26 de diciembre del ‘47, se presentaron siete obras en veintisiete representaciones en las ciudades de Artigas, Salto, Paysandú, Mercedes, Fray Bentos, Carmelo y Florida.En más de una oportunidad se hicieron funciones en vermouth y noche, presentando en cada función una obra distinta.La Comedia Nacional, técnicamente dependiente del Gobierno Municipal de Montevideo, como reiteradamente se señaló en el momento de su creación, cuestionando el nombre de «Nacional», se hizo nacional en virtud del interés de quienes la dirigían, cumpliendo así con el objetivo de servir a la República a entera satisfacción.
Probablemente, pueda cuestionarse la selección de los primeros títulos, su calidad desde el punto de vista teatral, la calidad de interpretación de un elenco recién formado, que naturalmente no tenía la madurez que posteriormente adquirió, con la experiencia y los años de trabajo en equipo. Lo que parece incuestionable es la vocación y el compromiso de todos los que fueron sus fundadores.
Así, a título de breve balance – en programas de 1956, sexta temporada de la Comedia- se señalaban iniciativas fijadas y los logros alcanzados.
Creación de la Comedia Nacional, de la Escuela Municipal de Arte Dramático, del Museo y Biblioteca del Teatro, de la Escuela Municipal de Música.
Reorganización de la Sala Verdi.
Estímulo a los autores nacionales a través de su inclusión en los repertorios de la Comedia desde 1947 y entre ellos, la obra premiada anualmente por el Ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social
Concursos de Cuadros Experimentales de Arte Dramático, como estímulo a su labor.
Contribución permanente a las Casas del Teatro del Uruguay y la Argentina.
Participación de los actores en la recaudación de los espectáculos ofrecidos en Montevideo. Esta participación era del 7.5 % de la recaudación bruta, y se abonaba a los actores al final de cada una de las dos etapas de la temporada.
Descanso semanal para los actores.
Giras de la Comedia Nacional por el interior del país.
Funciones semanales a precios populares de todas las compañías nacionales y extranjeras, que actuaran en el Teatro Solís y Sala Verdi.
Reparto de localidades para los espectáculos de la Comedia a estudiantes y obreros.
Conciertos gratuitos de la Banda Municipal en el Teatro Solís, Parque Rodó y barrios de Montevideo.
Trasmisión de espectáculos a través de la Radio Oficial, Radio Ariel y Radio Montevideo.
Era en cierta manera, una forma de acercase y rendir cuentas al público, destinatario final del trabajo iniciado en 1947.
HACIA LA CREACIÓN DE LA COMEDIA NACIONAL

La Casa de Arte, compañía teatral oficial, fue creada en marzo de 1928 por el Ministro de Instrucción Pública, profesor Enrique Rodríguez Fabregat. Funcionaría sólo hasta fin de ese año debido a que los problemas económicos frustraron el intento. Angel Curotto y Carlos César Lenzi fueron los directivos de la institución, quienes nombraron como régisseur a Don Carlos Brussa.La compañía la integraron actores argentinos y uruguayos, entre ellos Héctor Cuore que luego sería fundador de la Comedia Nacional.(...) En octubre de 1929, el entonces diputado por Montevideo Justino Zavala Muniz presentó un proyecto de ley para el Fomento de la Producción Artística. (*II)En este proyecto de ley se preveía la creación de una Compañía Nacional de Arte Dramático. En su extensa argumentación Zavala Muniz reclamaba el problema de la atención que el Estado debe a los artistas (*III), este proyecto no prosperó.Con la creación del SODRE en 1929 se iniciaron trasmisiones de radioteatro con la participación de Carlos Brussa y Angel Curotto.Angel Curotto...junto a los críticos José Pedro Blixen Ramírez y Romeo Negro forman en 1937 la Compañía Nacional de Comedias que contaba con una pequeña subvención del Ministerio de Instrucción Pública, con un elenco que encabezado por Tita Merello y Santiago Arrieta, estrenó en el SODRE varias obras de autores nacionales. (*IV) En 1942 se fundó una Comedia Nacional y una Escuela Nacional de Arte Dramático en el ámbito del SODRE. Según consigna Oscar Serra participaron en su oganización los autores, la Comisión Permanente del Primer Congreso de Teatro Rioplatense y una Comisión Municipal de Teatro. El director de esta primera Compañía fue Carlos Calderón de la Barca quien sería en 1947 el “Director de Escena” de Comedia Nacional. En 1943 se transformó en Teatro del Estado con un elenco integrado por actores uruguayos y españoles bajo la dirección de Margarita Xirgu. Antonio Larreta recuerda haber asistido a la representación de la obra de Justino Zavala Muniz Alto Alegre en que actuaba Alberto Candeau y lo extraño que resultaba escuchar diálogos en el castellano de España y el gauchesco rioplatense. (*V) En esa ocasión trabaron conocimiento Zavala Muniz y Margarita Xirgu iniciando una colaboración que sería fructífera años después.En 1945 se fundó Casa del Teatro, institución que reunió actores, autores, críticos y músicos y que planteaba el propósito de crear un elenco estable. Su presidente fue Ovidio Fernández Ríos quien integraría más adelante la primera Comisión de Teatros Municipales.El manifiesto de Casa del Teatro de enero de 1947 establecía: La Casa del Teatro del Uruguay estima que ha llegado el momento de crear en el país una conciencia vigilante respecto de los problemas fundamentales de nuestra escena, , ya que el movimiento teatral debe sistematizarse en una acción constructiva, en función de un ideal superior y procurando que el pueblo se identifique con él .Bastará recordar para esto que en todas las épocas de la civilización, el teatro constituyó una expresión cabal de la belleza, alcanzando todas las clases sociales, la sociedad llega también a espiritualizarse por el teatro; pero esto no puede ser un bien, un instrumento de renovación, una forma de existencia individual y colectiva si se le juzga como simple pasatiempo sin arraigo en la vida de los pueblos y sometido a un orden inmutable.El Estado debe asistir al teatro, aún respetando los módulos tradicionales, se reclama simplemente una orientación rigurosamente depurada, y recursos materiales suficientes para crear la comedia Nacional y organizar una temporada estable. Se requiere organizar con criterio racional una empresa noble, impersonal, con vastas proyecciones en la cultura del pueblo. Un teatro de calidad no puede organizarse como un espectáculo más, debe ser la culminación lógica de meditaciones esenciales, de un estudio desinteresado de la realidad y de un análisis sin prejuicios de las condiciones precarias en que se desenvuelve nuestro teatro.El Poder Ejecutivo acaba de incluir entre los asuntos que han motivado el llamado a reuniones extraordinarias del parlamento el que se refiere precisamente a la creación de la Comedia Nacional, y es la aspiración que pueda llegar así a una expresión concreta de realizaciones. La Casa del Teatro del Uruguay frente a ese hecho auspicioso reclama la atención que el mismo merece y pide que se acuerde preferencia a esta noble ambición que colmaría el persistente anhelo de autores, actores, y proporcionaría la oportunidad de ofrecer al pueblo los espectáculos que su cultura solicita, organizados sin el propósito exclusivo de lucro y teniendo en cuenta el desenvolvimiento gradual y sistemático de la labor artística. (*VI)
Que el elenco oficial fuera finalmente creado en el ámbito municipal y no estatal es explicado por Serra a partir de la asunción del gobierno de Tomás Berreta en marzo de 1947 y el ofrecimiento de la presidencia del SODRE a Justino Zavala Muniz:Blixen Ramírez, con su amplia experiencia como secretario de comisiones en el Palacio Legislativo y Zavala Muniz, con veinte años de actividad en las cámaras, consideraron que no sería posible concretar la creación de la comedia Nacional en la órbita del Estado.Para eso tuvieron en cuenta las resistencias surgidas en el propio SODRE, las discusiones bizantinas que postergaron la rápida sanción del proyecto en la Asamblea General en el mes de febrero, y sobre todo, el tiempo de estudio indefinido, en la Comisión de Constitución y Legislación, de la incompatibilidad planteada en el Senado, lo que impedía que Zavala pudiera aceptar la presidencia del SODRE e impulsar el proyecto desde allí.Zavala Muniz contaba con la amistad del nuevo Intendente montevideano, Andrés Martínez Trueba y ante la finalización de los trabajos de restauración en el Teatro Solís, sin destino fijo pues la situación generada por Perón hacía difícil la venida de elencos argentinos, decidió destrabar la situación sacando el proyecto de la órbita del Poder Ejecutivo para plantearlo a nivel del Municipio de Montevideo. (*VII)
El 17 de abril de 1947 el Intendente Andrés Martínez Trueba por resolución número 1200 creó la Comisión de Teatros:El Intendente Municipal de Montevideo resuelve: Instituir una Comisión de Asesoramiento para la Dirección y Administración de los Teatro Solís e Instituto Verdi, integrada con los señores Justino Zavala Muniz, don Ovidio Fernández Ríos, don José Pedro Blixen Ramírez, don Carlos Etchegaray y el Director General Interino del Departamento de Hacienda, don César Farell. Julio Caporale Scelta sustituiría a Blixen después de su fallecimiento. Al poco tiempo Zavala Muniz convocó a la prensa, a los artistas a través de la Sociedad Uruguaya de Actores, a la A.G.A.D.U., y a Casa del Teatro a nombrar delegados para trabajar en forma conjunta. Angel Curotto desde su cargo de Secretario Gerente informaba que la primera reunión de la Compañía se haría en el Foyer del Teatro Solís el 27 de agosto a la hora 17:Harán uso de la palabra en este acto el Sr Ministro de Instrucción Pública y Previsión Social Dr. Francisco Forteza, el Sr Intendente Municipal de Montevideo D. Andrés Martínez Trueba, y el Sr Presidente de la Comisión de Teatros Municipales D. Justino Zavala Muniz, procediéndose después al reparto de papeles de la obra de Ernesto Herrera “El León Ciego”. Han sido invitados especialmente a este acto: Autoridades Nacionales, Autoridades Departamentales, Asociación de Autores del Uruguay, Círculo de la Crítica, Sociedad uruguaya de Actores, Casa Del Teatro del Uruguay y la gran actriz Emma Gramática. (*VIII)
Por fin el acto formal de inauguración fue el 6 de setiembre de 1947. Oscar Serra relata el desarrollo del acto:En primer término el presidente de la CTM, senador Justino Zavala Muniz, esbozó su concepto general del teatro como vehículo de cultura, y llevó al ánimo de los actores presentes el convencimiento de que sus proyectos contarían con el amplio apoyo de las autoridades municipales.Comunicó el repertorio que se presentaría en esa temporada de ensayo: “El León Ciego” de Ernesto Herrera, “Tacos Torcidos” de Isidoro Sagües y “Juan Felipe” de Julián García, estos dos últimos, autores uruguayos residentes en Argentina.Trazó, además, el plan de acción futura que la Comisión pretendía para la Comedia Nacional, ampliando su trabajo a la enseñanza y al interior del país con alumnos de la Comedia Nacional y autores que estuvieran en los programas de literatura.Luego el ministro de Instrucción Pública, Dr Francisco Forteza ratificó el apoyo del Poder Ejecutivo a la obra de la CTM y proclamó oficialmente la candidatura de Zavala Muniz a la presidencia del SODRE.La actriz italiana Emma Grammática, que junto a la actriz argentina Angelina Pagano fueron las invitadas de honor que oficiaron de madrinas, luego de unas breves palabras de aliento para la experiencia que se iniciaba, dio a los intérpretes su opinión de cómo preservar y desarrollar la profesión y concluyó:”Al teatro hay que amarlo y hacerlo amar, tal la función primera del actor”. (*IX)
El estreno fue el 2 de octubre de 1947 con la obra de Ernesto Herrera El león ciego. Angel Curotto se emocionaba recordando:La Comedia Nacional había empezado a vivir. A vivir, a palpitar, al servicio de su pueblo, de sus artistas y de sus escritores. A vivir y a cumplir una ardua tarea, a resistir las dudas alternativas de la lucha, entre elogios y reproches de la prensa, a veces justos...como ayer, como hoy, como siempre. (*X)
COMEDIA NACIONAL: 59° ANIVERSARIO CON LAZOS INTERNACIONALES.

“Entendemos que cuanto más compleja es la situación a nivel social es cuando más hay que invertir para sacar la sociedad adelante y más hay que apoyar a la cultura”, aseguró el Intendente Ehrlich en la celebración del 59 aniversario de la Comedia Nacional, que se realizó este lunes 2 en el Teatro Solís..
En el encuentro estaban presentes, además del Intendente Municipal, Ricardo Ehrlich, el Director del Theatre des Quartiers d´Ivry, Adel Akim, el Actor y Director uruguayo, Mario Ferreira, el Coordinador de Gestión y Comunicaciones de la Comedia Nacional, Luis Masci y conocidas personalidades del espectáculo artístico y teatral
El Intendente en su saludo a todos los integrantes del elenco y a los asociados de la Comedia en este nuevo aniversario, sostuvo que, “la Comedia Nacional es uno de los emblemas de nuestro país, ha sido y es una institución de referencia”.
A esta conmemoración se agrega la creación de nuevos estatutos y una nueva comisión delegada “que se espera pueda darle mayor autonomía y responsabilidad a la Comedia como institución, pero que será el inicio de una nueva exploración que se debe proyectar hacia el futuro”, subrayó Ehrilch.
Asimismo, anunció que en enero próximo se continuará con la restauración de las dos salas laterales del Teatro Solís portadoras de una gran significación ya que una de ellas llevará el nombre de Justino Zabala Muniz y la otra servirá para realizar los ensayos de la Comedia. Otra obra destacada que se llevará adelante será la restauración de la Sala Verdi “sala emblemática para la Comedia”.
Por su parte, el Director del Theatre des Quartiers d´Ivry, Adel Akim, especialmente invitado por la Comedia Nacional para realizar la puesta en escena y la dirección general de los montajes del Díptico temático “Las Traquinias” de Sófocles en el Teatro Solís y “Tierno y Cruel “de Martin Crimp, en la Sala Verdi, manifestó su agradecimiento y alegría por compartir este 59° aniversario con la Comedia y definió su propuesta como “una propuesta de los actores de la Comedia Nacional”.
Akim señaló, acerca de “Las Traquinias”, que en Europa es una obra poco montada y que no se conoce mucho y respecto a la obra de Crimp dice que se introduce en el tema del terrorismo, presentando un mundo donde conviven los extremos y sus actos desencadena el desastre. Akim subraya que “no son nada, pero tienen los ticas del lenguaje, de la mente estándar de la ideología de Hollywood”
En una parte de su discurso el Director estimó que “la colaboración de Francia y Uruguay muestra que la globalización no es solo la competencia económica, el intercambio cultural que nos permite desarrollarnos al mismo tiempo como sociedad, como civilización, y como individuos”
El Director Mario Ferreira, cuya obra “Kiev”, se estrenará en noviembre y pertenece al autor uruguayo Sergio Blanco, señaló que “nunca es fácil cuando las obras son buenas, pues nos ofrecen muchos caminos para llegar a ellas”, agregando que “el camino por el cual cado uno busca la verdad en la escena es muy personal, creo mucho en la convicción de lo que estamos haciendo y sigo investigando en lo que creo debe ser la verdad en el escenario”.
“Para mí sigue siendo un aprendizaje y el teatro me sigue enseñando y mucho, hace dos años que estoy integrado a este elenco y me siento orgullosos de estar acá, valoro mucho el estar acá , valoro de que la llegada de lo que se hace acá tiene en la comunidad y eso lo recibimos nosotros permanentemente”.
“Aquí se invierte, detalló Ferreira, se invierte en producciones, en actores y técnicos que se invitan y lo que se hace llega y se recibe y se recibe muy bien, pensar en toda la historia que hay acá atrás, pensar en este lugar es un placer”.
El Coordinador de Gestión y Comunicaciones de la Comedia Nacional, Luis Masci estimó que “venimos de un proceso largo, de un proceso que empezó en el 47 y también de muchos procesos interiores”.
Masci historió todos los colectivos involucrados en la puesta en escena y los variados públicos destinatarios mencionando los actuales sistemas de intercambio en la región y “la colaboración y articulación internacional que se empieza a hacer realidad”.
“Hay todo un camino abierto, con un elenco responsable, claro, que también se ha modificado, que ha integrado personas nuevas y que tiene la perspectiva de integrar un sector de gente joven con un nuevo sistema para permanecer en recambio permanente”.
“El hecho teatral exige testimonios como lo demuestra la historia, las formas que pueden adoptar la conservación, la indagación y el registro”.
Masci cuando menciona la importancia del registro histórico se refiere a “la conciencia de la relación entre la historia de la Comedia y la historia del país pues surgen causalidades, consecuencias, correspondencias, confrontaciones, aciertos y desaciertos que hacen al crecimiento de la identidad institucional en interacción con la identidad de la comunidad en la cual pertenece “.
El Coordinador Masci, al finalizar su discurso hizo un anuncio que consistió en que “hemos decidido, hace tres años comenzar a reescribir y escribir la historia de la Comedia Nacional, está dando a luz el primer tomo de esta historia, serán tres tomos que abarcarán desde 1947 al tiempo actual”.
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Breve historia sobre los orígenes de la Comedia Nacional
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A comienzos del 900 el Uruguay, el Montevideo, de la primer presidencia de José Batlle y Ordoñez vivía una profunda transformación socio-económica y cultural donde al aporte de la llamada "Generación del 900", con José Enrique Rodó, Delmira Agustini, Javier de Viana, Julio Herrera y Reissig, María Eugenia Vaz Ferreira, Horacio Quiroga. Se sumaba la proliferación de las tertulias literarias, café Polo Bamba, Libreria Barreiro, etc, y un vasto movimiento teatral donde los elencos argentinos y uruguayos inauguraban las nuevas salas de teatro: 1905 el Artigas y el Urquiza, 1910 el Politeama, el Royal y el 18 de Julio.
José Podestá como Pepino el 98
Las giras de la familia Podestá considerados como los fundadores del teatro rioplatense con su circo criollo recorrían toda la república, junto a ellas, a mediados de la primer década, se sumarían las de Guillermo Battaglia, Luis Arata, Francisco Parravicini, Enrique Muiño, nombres claves en el desarrollo del teatro en ambas márgenes del Plata.Los cuadros filo-dramáticos se multiplicaban llevando el teatro a los lugares más apartados del país y actuando en clubs sociales, deportivos y los más diversos locales.
Luis Arata y Guillermo Battaglia
En 1901 de esos cuadros de aficionados surgirá Carlos Brussa como actor y empresario que junto a Santiago Arrieta y sus hermanos Juan, Rosita, María y Gioconda, en base a un repertorio de autores rioplatenses recorreran el país y buena parte del litoral argentino.
Carlos Brussa
Se repite en el teatro el mismo fenómeno que se da en nuestra literatura, la imposibilidad de separar, de dividir la historia de una cultura que nace rioplantense y como tal se manifiesta hasta mediados de los años 40.Por iniciativa de José Batlle y Ordoñez se crea la Escuela Experimental de Arte Dramático, 1911, dirigida por la actriz italiana Jacinta Pezzana que comienza sus actividades en 1912 en el Victoria Hall (actual Teatro Victoria) hasta su cese, por razones económicas en 1919.Después de este primer intento que no tuvo mayores consecuencias, durante una década no hay ninguna iniciativa oficial en materia teatral. La historia del teatro sigue su curso de la mano de esas compañías de aficionados o de profesionales, la mayoría de las veces en paupérricas condiciones, continúan ofreciendo sus espectáculos con una calidad discutible pero con un enorme esfuerzo y con un apoyo creciente de público. No olvidemos que el teatro era el gran espectáculo de masas y constituía no solo el único esparcimiento, sino el único lugar donde podía, aquella sociedad, sentirse reflejada.Recién en 1928 por iniciativa del Ministro de Instrucción Pública, Enrique Rodríguez Fabregat, se aprueba la creación de la Casa de Arte.
Casa de Arte inicia sus actividades en el Teatro Albeniz dirigida por los dramaturgos Carlos César Lenzi y Angel Curotto. El elenco estaba formado por Milagros de la Vega, Aída Arrieta, Héctor Cuore, Juan Arrieta, Floreal Cavallieri.Junto a Casa de Arte, continúa la actividad de Carlos Brussa y su compañía que a fines del 29 ya contaba con la presencia de Ramón Otero y Alberto Candeau, en el Teatro Urquiza.Por mediados de 1931 se presenta la Compañía de Teatro Universal formada por Luisa y Paquila Vehil, Francisco Petrone, Mario Soffici, todos ellos agentinos y el uruguayo Santiago Gómez Cou que realizan una breve temporada.
Milagros de la Vega
Una importante iniciativa es tomada por la Asociación de Escritorores del Uruguay al crear una cooperativa teatral, que pasará a realizar sus funciones en el Teatro Urquiza. Entre sus postulados, tímidamente, pueden advertirse los antecedentes de los que serán las premisas del movimiento teatral independiente."He aquí lo que necesitamos:1) Que el local teatro sea considerado de utilidad pública, como una escuela o una biblioteca.2) Que el empresario impaciente desaparezca."Su elenco estaba formado por Santiago y Juan Arrieta, Santiago Gómez Cou, Alberto Candeau, Luisa Vehil, Mario Soffici, Humberto Nazzari.
Un par de años después surgirá la Compañía Teatral ION formada por Milagros de la Vega, Juan Arrieta, Orestes Caviglia, Francisco Petrone.En 1937 Angel Curotto y José P. Blixen forman la Compañía Nacional de Comedias con Santiago Arrieta y Tita Merello.En 1942 con los auspicios del SODRE se formarán dos elencos teatrales, uno integrado por Carmen Castell, Delfi de Ortega, María Luisa Robledo, Pedro Aleandro y Enrique Guarnero con la dirección de Carlos Calderón de la Barca y otra hispano uruguaya, dirigida por Margarita Xirgú con Amelia de la Torre, Enrique Diosdado, Miguel Ottin, Alberto Candeau, Roberto Pérez Soto.
Tita Merello
Las bases de la futura Comedia Nacional, los cimientos del movimiento teatral independiente ya estaban echadas, los nombres, de quienes en ambas márgenes del plata serán recordados como los pioneros del teatro, se repiten en esta breve síntesis y cada uno de ellos por sí mismo escribirá su página en lo mejor de la historia del teatro.
Su nacimientoLa necesidad de un elenco oficial de teatro era una preocupación de todos los vinculados a la cultura nacional que veían fracasar uno tras otro los proyectos emprendidos por razones económicas. Era absolutamente imprescindible contar con un apoyo oficial para crear un elenco nacional perdurable.Serán dos hombres de teatro, Angel Curotto y José P. Blixen quienes lograrán el apoyo de Justino Zavala Muniz, intelectual y política de gran influencia en el partido colorado los que llevaran adelante el proyecto hasta convertirlo en realidad.Zavala Muniz logra el interés del recién electo intendente de Montevideo, Andrés Martinez Trueba que con fecha 21 de abril de 1947 decreta la formación de la Comisión de Teatros Municipales presidida por Justino Zavala Muniz y resuelve que la futura compañía brindará sus espectáculos en el Teatro Solís.La Comisión designa a Angel Curotto como Gerente General quién rescata un viejo proyecto para la formación de la Comedia Nacional que somete a la consideración de la Sociedad Uruguaya de Actores (SUA), el Círculo de la Crítica y AGADU.Se resuelve realizar una amplia convocatoria a todos los artistas interesados en el tema y así el 23 de mayo se reunirán más de 150 en la Sala Verdi donde se aprueba la creacción de dos comisiones: una encargada de actuar como jurado para seleccionar a los futuros integrantes de la Comedia y otra que deberá confeccionar el reportorio de obras a representar por la compañía.En brevísimo plazo se expiden ambas comisiones y comienzan los ensayos. Cuenta Angel Curotto: "Los fondos con que contábamos cubrían el presupuesto de dos meses. Por tanto era el público el que debía decidir. Cada noche al terminar los ensayos nos reuníamos a hacer números y cada noche resolvíamos hacer más economías. Carlos Brussa trajo parte del vestuario, otros consiguieron los muebles, Zavala Muniz facilitó muy sagrados recuerdos familiares, como la lanza de su abuelo el General Justino Muniz que Gumersindo (Alberto Candeau) lució todas las noches en escena. En este clima se preparo el estreno, Puestas a la venta las entradas, a 0.50 centésimos la platea, se agotaron 3 días antes...y por fin llegó el día."
Será el 2 de Octubre de 1947 cuando en el Teatro Solís la flamante Comedia Nacional lleve a escena "El león ciego" de Ernesto de Herrera, la pieza más representativa y simbólica de nuestra dramaturgia, una fuerte condena a las guerras civiles y al caudillaje. En ella Alberto Candeau será Gumersindo, el caudillo colorado, el León ciego y Ramón Otero, Gervasio, su compadre, el caudillo blanco.El elenco fundador de la Comedia Nacional, bajo la dirección de Calderón de la Barca estaba integrado por Flor de María Bonino, Carmen Castell, Martha Castellanos, Zelmira Daguerre, Mora Galián, Cotina Jimenez, Mary Marchissio, Rosita Miranda, Elsa Ubal, Rómulo Boni, Alberto Candeau, Héctor Coure, Enrique Guarnero, Guizmán Martínez Mieres, Carlos Muñoz, Miguel Moya, Ramón Otero, Horacio Preve.La Comedia Nacional uruguaya nace junto al Teatro Nacional Popular de Francia y Il Piccolo Teatro di Milano.Con un presupuesto para dos meses, con una crítica que se mostró esceptica, nació la Comedia Nacional. Como dijo Angel Curotto, la palabra la tendría el público y este aprobó el viejo proyecto y lo convirtió en realidad.
Margarita Xirgú y La Comedia Nacional

Cuando la actriz catalana Margarita Xirgú es contratada por la Dirección de Teatros Municipales en 1949 para poner en escena "La Celestina" de Fernando de Rojas, nada hacía pensar que la famosa actriz y directora catalana fuera a elegir estas tierras como su residencia definitiva y que su presencia en nuestro país fuera uno de los hitos culturales más importantes y perdurables.Se encontraba entonces realizando una temporada en Buenos Aires donde había arribado después de una larguísima gira que comenzó en La Habana en 1936. La Guerra Civil Española la condena al exilio.A "La celestina" estrenada el 28 de Octubre de 1949 con el elenco de la Comedia Nacional, en los papeles centrales con la actuación de China Zorrilla como Melibea, Horacio Preve como Calisto y la propia Xirgú en el papel de Celestina, seguirán las siguientes puestas:- 1950: "Romeo y Julieta" de W. Shakespeare, con los protagónicos, nuevamente de China Zorrilla y Horacio Preve. "La Patria en armas" del dramaturgo uruguayo Juan León Bengoa, drama que abarca la historia de nuestro país de 1810 a 1850 con Alberto Candeau interpretando a Artigas. "Bodas de sangre" de Federico García Lorca donde Xirgú interpreaba a la Madre, China Zorrilla la Novia, Leonardo era Enrique Guarnero y Horacio Preve el Novio, había sido estrenada por Xirgu, en Barcelona en 1935.
- 1951: "Intermitencias" de la autora uruguaya María Montserrat. "La loca de Chaillot" de Jean Giraudoux. "Orfeo" de Carlos Denis Molina.


- 1952: "Tartufo" de Moliere con Enrique Guarnero como Tartufo y Alberto Candeau como Orgon y Maruja Santullo en el papel de Edelmira, obra que será un verdadero "caballito de batalla" de estos tres actores que en varias temporadas repondrán esta obra. "El malentendido" de Albert Camus donde Estela Castro, en ese entonces, alumna de la Escuela Municipal de Arte Dramático, realiza uno de sus primeros personajes protagónicos.- 1953: "Fuenteovejuna" de Lope de Vega con prácticamente todo el elenco de la Comedia Nacional y varios de los alumnos de la Escuela, contó con la colaboración musical de la Banda Municipal de Montevideo encargada de ejecutar danzas y canciones del Siglo XVIII acompañada por el Coro Municipal dirigido por Kurt Pahlen. "El abanico" de Carlos Goldoni
- 1954: "El alcande de Zalamea" de Calderón de la Barca. "Macbeth" de W. Shakespeare.- 1955: "Calor y frío" de Ferdinand Crommelynck. "Don Gil de las calzas verdes" de Tirso de Molina.- 1956: "Sueño de una noche de verano" de W. Shakespeare con acompañamiento musical de la Orquesta Sinfónica del SODRE dirigido por Baldi y con la participación del Coro de ese instituto dirigido por Domingo Dante. - 1962: "Peribañez y el Comendador Ocaña" de Lope de Vega - 1966: "Pedro de Urdemalas" de Cervantes.
Miguel de Unamuno
Antonio Machado
Benito Pérez Galdós
Margarita Xirgú y la España de fines de Siglo XIX
Margarita Xirgu nace el 29 de Julio de 1888 en el pueblo fabril de Molins de Rey en la provincia catalana de Barcelona (España).1888, año de la Primera Exposición Universal celebrada en Barcelona donde se dan cita representantes del mundo entero a admirar esa ciudad que se desarrollaba a un ritmo vertiginoso, donde se urbanizaban barrios, se ensanchaban avenidas, se levantaban monumentales edificios. Siete Congresos simultáneos reunen a los más célebres hombres de la intelectualidad, la ciencia, los negocios, la economia.Mientras tanto "el hondo pueblo, el que vive bajo la historia" al decir de Miguel de Unamuno celebra su propio Congreso que dará origen a la fundación de la Unión General de Trabajadores (UGT)1896: Margarita cumple 8 años. Su familia se traslada a un barrio del casco antiguo de Barcelona, un laberinto de callejuellas oscuras y húmedas, un barrio donde conviven obreros y marginados, hacinados en lóbregues viviendas al borde de la promiscuidad. Es el año de la guerra inserrucional en las Filipinas que culminará con la pérdida para España de sus antiguas colonias: Puerto Rico, Cuba, las Filipinas. Año de humillación para el honor español, para aquel pueblo que vivió a la sombra de la gloria del gran imperio donde nunca se ponía el sol.España entra en una profunda crisis. Crisis del sistema ya que del glorioso imperio no quedan ni los restos; crisis económica al perder mercados que proveían materias premias y eran una boca de salida para la industria española apenas desarrollada; crisis social porque mientras en Europa se afianzaba la burguesía que realizaba concesiones a las crecientes poblaciones proletarias, en España se conservaban prácticamente intactas las estructuras sociales de la Edad Media, crisis política por la incapacidad de los partidos políticos de dar respuesta a esa crisis estructural. De esta catástrofe surgirán aquellos hombres que la historia va a conocer como la Generación del 98: Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Azorín, Manuel y Antonio Machado que intentarán dar respuesta a esa crisis. Afirmaba Antonio Machado: "De pronto nuestro patriotismo ha cambiado de rumbo y de cauce. Sabemos que ya no se puede vivir del esfuerzo, ni de a virtud, ni de la fortuna de nuestro abuelo. Sabemos que la patria no es la finca heredada, sabemos que la patria es algo que se hace constantamente y que se conserva solo por la cultura y el trabajo. El pueblo que la descuida o la abandona, la pierde. Sabemos que no es la patria es suelo que se pisa, sino el suelo que se labra".En esta España, Pedro Xirgú, el padre de Margarita, es un obrero catalán que lucha permanentemente por conquistar las reivindicaciones de su clase. Es un autodidacta, repúblicano federal, convencido que la cultura es el vehículo primordial en una sociedad, por ello reúne en su casa a sus compañeros de trabajo, formando una tertulia donde lee a ese grupo de obreros analfabetos las obras de Pérez Galdós, Tolstoi, Zola...como un medio para ir formando en ellos una conciencia social. Esos obreros luchaban por llevar la cultura a sus iguales y ello da origen a sociedades culturales que organizaban bibliotecas, charlas y cuadros de aficionados al teatro. En estos cuadros de aficionados escaseaban las mujeres aún poco o nada integradas a la vida social. Pedro Xirgú pertenecía al "Ateneo del Distrito V". Allí ese grupo de obreros quiere llevar a escena "Don Alvaro o La fuerza del sino", pero no tienen quien interprete el papel de la criada. Sugieren... y la pequeña Margarita...Don Pedro plantea sus dudas, solo tiene 10 años, es delicada de salud, pero.... Allí comienza su carrera Margarita Xirgú en un teatro catalán de aficionados, mientras en el gran teatro europeo brilla la trágica italiana Eleonora Duse.Margarita alternará durante años su trabajo en un taller de pasamería con su pasión por el teatro, en una época donde el teatro era el espectáculo de masas por excelencia y Barcelona uno de sus mayores exponentes con sus 20 grupos de aficionados, 12 teatros profesionales y media docena de café-concert en una ciudad que no llegaba al medio millón de habitantes.
Del teatro de aficionados al teatro profesional
Barcelona a principios de siglo XIX cuenta con casi medio millón de habitantes, los tranvías eléctricos se cruzan con los primeros automóviles mientras los teléfonos se instalan sin descanso en las casas de la pujante burguesía. No todo es brillo, al contrario, los contrastes se irán agudizando sin cesar. En 1901 estalla la huelga de los metalúrgicos, rama a la que pertenecía el padre de Margarita, por la jornada de 9 horas y el descando dominical, rápidamente se suman otros sindicados y cien mil huelguistas se unirán a la huelga general que paraliza la ciudad. Se multiplican los choques de los piquetes obreros con el ejército con un saldo de 40 muertos y 200 heridos.El gobierno declara el estado de sitio. La huelga se extiende de Bilbao a Málaga, de Sevilla a San Sebastián hasta abarcar a toda España que sigue sin encontrar el camino para salir de la crisis del 98.Emilio Zola seguía estando de moda y su naturalismo producía una ola de fervorosos entusiastas y de enconados adversarios. Pocos autores produjeron tan polémica. Su obra "Teresa Raquín" es traducida al catalán y un grupo de aficionados resuelve llevarla a escena, pero dada las infinitas complejidades del personaje resuelven contratar a una actriz profesional que a los seis días del estreno sufre una hemoptisis.Era el fracaso del proyecto, alguien sugiere:"...en la calle Santa Rosa hay un grupo de aficionados donde actúa una muchacha que promete..."A los 18 años, Margarita entra al teatro profesional por la puerta grande, ese era el rol que un par de años antes había interpretado con enorme suceso Eleonora Duse. La prensa da cuenta de su desempeño, coinciciendo en que su actuación fue "admirable", la Revista Europa es la primera en marcar uno los rasgos que la caracterizaran: "Lo que más me impresionó fue su voz, dulce, suave, cálida, desgarradora según la escena, siempre armoniosa, sin arrebatos declamatorios".Pese a este éxito, los disminuídos ingresos familiares, su padre está parado, no le permiten abandonar el taller de pasamería, hasta que el 18 de Diciembre es contrada por la Compañía Catalana del Teatro Romea.Seguirá cosechando éxitos en el teatro catalán con más de 50 obras por temporada y las primeras giras por diferentes ciudades de España. La crítica ya habla de "La actriz predilecta del público catalán", "La Xirgu, la gran actriz, orgullo de nuestro teatro".
En 1909 otro estallido social sacude Barcelona, la historia lo conocerá como "La semana trágica"En 1912 crea su propia Compañía, transformándose en empresaria, ahora será ella quién elija su repertorio.Cuando finalmente debuta en Madrid en el teatro Princesa (hoy María Guerrero) propiedad de esta y su esposo Fernando Díaz de Mendoza que se lo ceden al salir ellos de gira por América, ya era reconocida por las principales ciudades españolas como una de las más geniales actrices.En 1913 realiza su primer gira por América: Buenos Aires, Montevideo, Santiago de Chile.En Buenos Aires, los integrantes de los teatros de aficionados, sus familias, esos catalanes que habían buscado refugio en estas tierras después de la represión de 1909, en fin, el Casal de Calalunya llenó el teatro Odeón de la calle Corientes.
"La semana trágica"
Cuando la Xirgú aparece en escena explota la sala en una salva de aplausos y se confunde en un solo grito: "¡Visca la Xirgú, Visca Catalunya!".Es la consagración total, a partir de allí el éxito no la abandonará en toda su carrera.
Margarita Xirgú con Federico García Lorca.
Margarita y Federico
El debut de Margarita en Madrid y su incorporación definitiva al teatro castellano coincidió con una serie de acontecimientos que cambiarían el rumbo de la civilización europea que incapaz de encontrar una forma de convivencia entre los pueblos, promovía conflicto tras conflicto hasta estallar en la Primer Guerra Mundial.Tres meses después de su presentación en el teatro Princesa, Europa ardía. Hasta entonces, el regidor de la escena teatral española era Jacinto Benavente que de 1894 a 1913 orienta y dirige las gustos del público con sus comedias moralizantes de alto tono costumbrista, siendo el representante del drama realista Benito Pérez Galdós.La actriz busca nuevos valores, temas orginales, así estrenará a Ramón del Valle Inclán con "El yermo de las almas". Llega a sus manos una adaptación de los hermanos Alvarez Quinteros de la famosa novela de Pérez Galdós, Marianela. La estrenará en octubre de 1916 con un marco apoteótico debido al culto del que era objeto su autor.
En 1921 realiza otra gira por América, Méjico, Cuba, Puerto Rico, Venezuela, Chile, Argentina, Uruguay con más de 50 obras donde se destaca el internacionalismo de su repertorio.En 1926 conoce a Federico García Lorca que le presenta "Mariana Pineda", obra que estrenará al año siguiente. El mismo Federico hace los bocetos para la escenografía que realizada, junto con el vestuario, Salvador Dalí. El autor, además, se encargará de la música y personalmente dirige al coro de niños que cantan el romance con que empieza y termina la obra."¡Oh que día tan triste en Granada,que a las piedras hacía llorar,al ver que Marianita se muereen el cadalso por no declarar!Marianita sentada en su cuartono para de considerar:"Si Pedrosa me viera bordandola bandera de la Libertad".¡Oh que día tan triste en Granda,las campanas doblar y doblar!"Días antes del estreno, circula el rumor que van a prohibir la obra ya que para la dictadura de Primo de Rivera la misma era una afrenta porque aunque la acción de Mariana ocurre un siglo antes, en el absolutismo fernandino, tiene demasiadas coincidencias con su gobierno.Mariana Pineda será una de las obras a las que suelen recurrir los actores cuando las libertades están a punto de perderse en su país, se transformó en un himno contra las dictaduras, especialmente contra la franquista.
Dibujo de Salvador Dalí para el vestuario de Mariana Pineda
Programa de "Doña Rosita la soltera".Teatro 18 de Julio (año 1937)
Un clima similar se vivió en los días previos al estreno de "Yerma". Localidades agotadas mientras circula el rumor de un atentado la noche del estreno contra Federico y Margarita.La ultra derecha tiene cuentas que cobrarle. Federico declaró a la prensa: "Yo siempre seré partidario de los que no tienen nada y hasta la tranquilidad de esa nada se les niega". Margarita hace pocas semanas dio refugio en su casa a Manuel Azaña, ex- Jefe de Gobierno después de su encarcelamiento. Estrena "Fermín Galán" de Rafael Alberti, un romance dedicado al mártir de la República, García Hernández. Le siguen los estrenos de "Bodas de sangre" de García Lorca y "Dona Rosita, la soltera".Nueva gira por América, se despide de Federico con quién se encontraría en Mejico para proseguir juntos la gira para estrenar "La casa de Bernarda Alba" en Buenos Aires.En febrero del 36 debuta en La Habana con una compañía integrada, entre otros, por Eloísa Cañizales, Amalia Sánchez Ariño, Amelia de la Torre, Enrique Diosdado, Emilio Ariño, Pedro López Lagar.El 16 de Febrero triunfa en España el Frente Popular.Continúa la gira por Méjico, de nuevo a La Habana, Bógota, Lima, Arequipa, Santiago de Chile, Buenos Aires, Montevideo.Manuel Azaña está nuevamente al frente de la República, reclama la presencia de su cuñado, el director artístico de la compañía de Margarita, Rivas Cherif. Le ofrecen volver a España donde tendrá a su disposición el teatro Español. No acepta.Se declara la Guerra Civil, asesinan a Federico que nunca llegará a Méjico. El estreno de "Doña Rosita" en el Odeón de Buenos Aires viene precedido de una violenta batalla en su contra por los partidarios de Franco. No obstante, es un nuevo éxito que Margarita agradece a su público:"Muchas gracias. Pero estos aplausos de hoy no han de ser para mí, sino para él, que era una criatura genial. Vosotros que le estimabaís, vosotros que le estimaís, si de verdad quereís recordarlo, hablad de su obra a vuestros hijos, habladle de la vida del poeta. Pasaremos nosotros, pasaré yo, pero la obra del poeta quedará para vosotros, para vuestros hijos, para la inmortalidad".
"La Bernarda"
En enero del 45 llega a manos de Margarita el original de "La casa de Bernarda Alba". Nueve años después de escrito especialmente para ella, "la Bernarda", como le llamaba Margarita va a ser estrenada en Buenos Aires.Sobre el personaje dice la actriz: "La Bernarda simboliza la opresión. Y como todas las opresiones termina en el fracaso de quienes las imponen. Las mujeres escapan, como a veces, escapan los pueblos"."El quería que esta obra se estrenará aquí y se ha estrenado, pero él quería estar presente y la fatalidad lo ha impedido. Fatalidad que hace llorar a muchos seres. ¡Maldita sea la guerra!"."Vine a Uruguay por unos días, contatada para hacer "La Celestina" y aquí estoy..." decía Margarita en 1957.En la Dirección de la Escuela Municipal de Arte Dramático formara a decenas de actores con un riguroso programa de formación integral que incluye de Castellano a Literatura Dramática, Solfeo, Historia del Arte, Historia Universal, Esgrima, Plástica, Caracterización, Arte escénico.Dice a su primer grupo de alumnos: "Sepan los que ingresan en la Escuela que el teatro no es diversión, es sacrificio. Un duro sacrificio".De los 268 candidatos, solo serán admitidos 30. Dentro de ese primer grupo están Estela Castro, Estela Medina, Walter Vidarte, Nelly Antúnez, Carmen Siria, Juan Jones, Dumas Lerena, Eduardo Prous.Una de sus alumnas, Estela Castro, realizará en homenaje a Margarita en 1979, la representación de la obra de Pedro Corradi, "Retrato de señora, con espejo".
Margarita Xirgú en "Salome" de Oscar Wilde.Enorme escándalo provocó la representación de esta obra considerada excesivamente atrevida e incluso inmoral para le época
Nunca vi trabajar a Margarita Xirgú, pero ello no es impedimento para decir que la conozco. Conozco su voz, sus anécdotas, su vida, su pasión por el teatro, su repertorio. Me resulta una presencia familiar esta actriz admirada por mi familia. ¿Buena o mala influencia la de Xirgú en el teatro nacional?Yo creo que es imposible explicar el teatro nacional sin su presencia, sin su labor en la Escuela Municipal, sin su compromiso, sin su ética.¿Cuántos actores en la cumbre de su carrera arriesgan su prestigio para estrenar a autores noveles?Sin duda que muy pocos, Margarita fue una de ellas. Hizo conocer a García Lorca, a Alberti, a Camus, a Casona, a Valle Inclán, trascendiendo de su condición de actriz para convertirse en una intelectual del teatro. Puso se prestigio, su ascendente sobre el público al servicio de una ideología, de una sensibilidad.Generó una ética teatral, "la única falta permitida en un ensayo o una función, es la que se justifica con certificado de defunción...propio".Estricta en la disciplina, exigente con el compromiso teatral, crítica despiadada, marcó, por lo menos, a dos generaciones de actores y directores de nuestro medio.Si todos aquellos que se dicen sus alumnos, lo hubieran sido, se contarían por miles.Pero no importa que no hayan recibido su magisterio, importan que se reconozcan, se definan como sus alumnos como una carta de presentación.Impuso el teatro memorizada suprimiendo el apuntador, la iluminación sustituyendo las bambalinas, el escenario despojado, la escenografía en lugar de los telones, el vestuario a la médida de la época y el lugar.Compartió el escenario con sus alumnos, mantuve una excelente relación en toda su vida con sus ex-compañeros de compañía.Enseño a decir el verso español sin declamarlo, hasta hoy los actores extranjeros admiran el dominio de este recursos que tienen nuestros actores.Sus pares la admiraban, en Madrid ante la imposibilidad de asistir a las representaciones de Yerma por coincidir los horarios de función, le solicitan una función especial para poder ir a verla. La admiraba su pueblo, las floristas de la rambla, mandaron religiosamente todas las funciones de Doña Rosita, un enorme ramo de flores a la actriz.Los catalanes la consideran su actriz, los republicanos su Mariana Pineda, los espectadores La Xirgu, así con mayúscula, los exiliados la representante de su España peregrina."Margarita Xirgú pone al descubierto bellezas de las obras que sus propios autores no sospechábamos"Jacinto Benavente"Mi gratitud para la Xirgú no reconoce límites. No es solo porque sea la primer actriz que me ha tendido una mano, es una gratitud de espectador. Me ha dado lo primero de Alberti, de García Lorca..."Alejandro Casona"Yo no he hecho más que hacer hablar a Séneca en castellano, Séneca no hizo más que explicar la historia de Medea. Pero Margarita ha hecho Medea. Ha convertido ese personaje real o imaginario en un ser vivo que se apoderó de nosotros en cuerpo y alma".Miguel de Unamuno"Nunca ha existido una actriz como ésta. Haber visto trabajar a Margarita será un orgullo para todos los públicos".Ramón del Valle Inclán
Dice Alfredo Alcón:"Margarita Xirgú fue una de las primeras personas de dimensión mítica a las que pude frecuentar todos los días durante un tiempo prolongado. Hice el papel de Juan en "Yerma" dirigido por ella. Y debo confesar que estaba muy mal en ese trabajo. Puedo afirmar sin temor a equivocarme, que tengo el honor de haber hecho uno de los peores Juanes de la historia.
No pocos problemas tuve con la Xirgú. Para mi el nombre de la directora catalana tenía una atractivo especial, casi de leyenda. Mi abuela española le tenía veneración no sólo por su calidad de actriz sino por su conducta: había jurado no volver a España mientras estuviera Franco porque sus partidarios habían matado a García Lorca. Mi abuela, me llevó al Teatro Argentino a ver "Bodas de sangre". Margarita era una actriz que o te gustaba mucho o no la podías soportar.Yo estaba acostumbrado a que las actrices fueran mujeres como la gente en general y, sentado en un palco del Teatro Argentino, cuando vi a este ser tan extraño mi preocupación pasaba por pensar: “cómo le digo ahora a mi abuela que no me gusta”. Pero pasada media hora de representación me fue ganando, me fue haciendo entrar por esa puerta de la creación que ella te proponía y te envolvía. Aún recuerdo sus gestos, sus miradas, su intensidad. Hecha por otras buenas actrices "Bodas de sangre" era sólo un drama rural, actuada por la Xirgu se convertía en una tragedia. Esa era su dimensión interpretativa: era una gran trágica. Y no poseía ninguno de los atributos que comunmente se supone que debe tener una trágica: era bajita, sin la voz adecuada, pero tenía eso que no se sabe qué es ni de dónde viene que es la capacidad de transformación. Por eso quedaba grabada para siempre en el recuerdo y uno sabía que ese recuerdo lo iba a acompañar hasta la muerte. De ahí que en 1963 cuando me propusieron hacer "Yerma", no dudé: no podía perderse la posibilidad de estar durante un tiempo cerca de ella. Ver cómo dirigía, cómo caminaba, cómo hablaba, cómo tomaba el té, cómo se ponía contenta, cómo se enojaba. Sentía que eso era un verdadero privilegio. Pero mis ilusiones tropezaron con la realidad. La Xirgú no tenía una personalidad fácil ni posibilitaba demasiado el acercamiento. Se manejaba con conceptos muy rígidos del teatro y de la profesión. A mí me odiaba, directamente, me odiaba, no me podía ver, por lo tanto me trataba muy mal en los ensayos. A tal punto que un día la encaré: “Señora, yo me quiero ir, porque usted me hace sentir un idiota.” Me miró, hizo una larga pausa y me dijo, con esa forma de hablar tan particular: “Mire, puede ser. Lo que a veces pasa es que...no sé qué y no sé cuanto...” Y me dio una perorata que parecía ser una disculpa. Pero la tregua duró poco, al siguiente ensayo ya me estaba diciendo: "¡Pero que hace!" Y bueno, tenía razón".
Margarita Xirgú, la hija del obrero catalán, asumirá concientemente su destino como actriz, aportar su contribución al enrequicimiento cultural de los países de habla hispana y honrar la memoria de Federico García Lorca."Estos aplausos no son para mi, son para mis poetas muertos"En una Conferencia dada en la Universidad de la República en 1951, dijo la Xirgú:"Debemos ser exigentes con nosotros mismos y no conformarnos con éxitos fáciles. Aspirar a más en cada representación. Una vez estudiado a fondo el personaje empiezan nuevas dificultades. Tenemos que trasmitir al público todo lo que hemos estudiado y darlo en forma sencilla y espontánea. La técnica que poseemos, debemos disimularla y no debemos mostrar al público nuestro oficio de comediantes.Como si al interpretar un personaje lo estuvieramos creando por primera vez. De no conseguirlo, no se produce la emoción que une en el silencio de una sala a distintas personas tan dispares entre sí.El actor, al penetrar psicológicamente en el personaje que va a representar, debe adueñarse de él. Con nuestra inteligencia hemos de llevar el personaje nosotros, dándole nuestra sangre, nuestros nervios. Conseguido esto, el personaje teatral cobra entonces nuetra propia realidad y se hace humano.Debemos vigilar atentamente nuestros entusiasmos, estudiando con frialdad lo que luego daremos con pasión. El actor amante de la poesía corre el riesgo de exagerar el sentimiento poético dramático. La poesía, no sé por qué misterio, nos enajena, nos dejamos llevar por el encanto del verso y es preciso que nuestra atención esté siempre alerta para no salir del personaje que estamos representando, que seamos nosotros quienes le conducen. He dicho salirse del personaje que estamos representando y antes, llevar el personaje en nosotros. ¿Es esto una contradicción? ¿Somos nosotros los que estamos dentro del personaje? ¿Ficción? ¿Realidad? Tan unidos estamos la creación poética y el actor que puede uno de nosotros, en un momento de gloria y grandes aplausos....podeís aplaudirme os doy mi vida".Por esa vida, ¡Visca La Xirgú!
Margarita Xirgu, presencia impalpable

Esta nota de Miguel Gamarra, con el título de "En el Centenario de una actriz excepcional", apareció en el periódico "El Español en Australia" de Sydney, en junio de 1988, al cumplirse los 100 años del nacimiento de la actriz.
En este mes, precisamente el día 18, se cumplen los 100 años del nacimiento de una de las más eximias actrices españolas de todos los tiempos: Margarita Xirgu. Por dos razones no puedo dejar pasar este hecho sin rendir un modesto tributo a quien, a través del arte escénico, lograra comunicar el fruto de su admirable talento a los públicos de tantos países. En primer lugar, porque su genio fuera de lo ordinario trascendió fronteras y alcanzó cumbres casi inigualadas en el teatro hispano, y tanto españoles como americanos no podemos dejar pasar inadvertido tan importante acontecimiento. Y en segundo lugar, porque la última etapa de su carrera, -que transcurrió casi continuamente en Uruguay, el país donde nací - estuvo determinada por la influencia de quien por razones dc amistad tenía estrecha vinculación con mi familia. Pot tal razón, ha sido casi como un imperativo moral el hacer esta nota, que no pretende otra cosa que dar a conocer, en muy apretada síntesis, algunos aspectos de su vida extraordinaria.Margarita nació de humilde familia en Molins de Rei, cerca de Barcelona, y naturalmente su primer idioma fue el catalán. Sus primeras armas en la escena las hizo con su lengua vernácula, la que continuó utilizando durante muchos años. Solamente al dejar la capital catalana para actuar en otras ciudades de España, comenzaría a hacer teatro en castellano.La familia de Margarita se trasladó a Barcelona cuando ella tenía 8 años. Allí su padre, Pedro Xirgu, hombre con inquietudes culturales, se vinculó a grupos de obreros que compartían sus ideas republicanas y de reivindicaciones de su clase: En su casa se celebraban tertulias en las que se leían en voz alta obras de Tolstoi, Pérez Galdós, Emilio Zola y otros autores.En esa época proliferaban en Cataluña los ateneos populares, sociedades culturales y recreativas que iban despertando la conciencia de la clase obrera, integrada por hombres y mujeres sin formal educación y en su mayoría analfabetos. Pedro integraba un cuadro de aficionados, y en esta atmósfera se fue formando la personalidad de la pequeña Margarita. Barcelona vivía entonces un clima turbulento con las masas obreras reclamando reivindicaciones mínimas. Se sucedían las huelgas, los atentados terroristas, al tiempo que la ciudad cambiaba: los tranvías se electrificaban, aparecían los teléfonos, y las clases altas tenían un nuevo pasatiempo: el automóvil.A los 18 años, luego de un período de dos años de absoluta quietud debido a un quebranto de salud, Margarita se dedica por entero al teatro. Ya entonces era una actriz experimentada, por su intensa actividad en los cuadros de aficionados, y ya había despertado elogios de algunos críticos. Su debut profesional, encarnando a la protagonista en Teresa Raquin de Emilio Zola, asombró a la crítica barcelonesa, que sin excepción auguró a la novel actriz una promisoria carrera. Posteriormente. un escritor hablara de "la aparición y consagración rápida, casi fulminante, de Margarita Xirgu como una actriz excelsa".(1).Contratada por un empresario argentino, Margarita debuta triunfalmente en América en 1913 (Teatro Odeón, Buenos Aires), iniciando una gira por Argentina, Chile y Uruguay. AI año siguiente debuta en Madrid, y se incorpora definitivamente al teatro castellano. En ese entonces, en el teatro madrileño estaban en auge las obras punzantes de Jacinto Benavente, y quizás en menor grado las de Benito Pérez Galdós. Todavía no había despuntado el genio de dramaturgos que luego alcanzarían gran relevancia: Muñoz Seca, Alejandro Casona, Federico García Lorca...Era ésta una época cargada de acontecimientos que cambiarían la faz de la civilización, como la primera gran conflagración mundial, la revolución rusa y el desarrollo tecnológico. Ya en el panorama intelectual español habían surgido y se afianzaban, los nombres de Antonio Machado, Ortega y Gasset, Miguel de Unamuno, Juan Ramón Jiménez entre otros. Para Margarita, esos años son de un continuo ascenso en su carrera: su labor en Marianela, de Pérez Galdós, adaptada por los hermanos Álvarez Quintero, fue un acontecimiento memorable. La noche del estreno, al final de la representación, el septuagenario autor fue conducido al escenario donde se confundió en un emocionado abrazo con la actriz, ante una clamorosa ovación que no terminaba nunca...Le sucedieron luego obras de Benavente, Muñoz Seca, Bataille, Pierre Werber, Hernández Catá, los hermanos Quintero y muchos otros. También por esta época hace una breve incursión en el cine -mudo en ese entonces - participando en no menos de cinco filmes; pero era evidente que su vida sería siempre el teatro, donde tenía, según ella, la palabra, el gesto, la emoción, y ese contacto directo con el público, del que el séptimo arte carece.El 22 de marzo de 1920 se estrenaba en el Teatro Eslava de Madrid, El Maleficio de la Mariposa, obra de un joven poeta granadino, desconocido hasta entonces; su nombre: Federico García Lorca. La obra no gustó y pasó casi desapercibida para la crítica. Al año siguiente, Margarita viaja a América por segunda vez, concretamente a Cuba y Méjico. La gira fue, como era de esperarse, un rotundo éxito. Margarita retorna a España, donde ya se estaban gestando cambios políticos y sociales de trascendencia, con un nombre surgiendo en el panorama político nacional: Miguel Primo de Rivera. Cuando el golpe de Estado, Margarita se encontraba actuando en Montevideo, en su tercera gira americana, que la había llevado, además de Uruguay, a Chile, Perú, Venezuela, Puerto Rico y Cuba. En este último país tuvo oportunidad de concretar un deseo acariciado por mucho tiempo: conocer a la gran diva italiana EIeonora Duse, quien estaba en el ocaso de su carrera, pero conservaba esa especie de magia que poseen los genios, y que inspira una religiosa devoción; poco después, ésta moría en los Estados Unidos.Mientras tanto en España, la dictadura había puesto a la intelectualidad española y a la masa obrera en franca oposición; se inicia entonces el exilio: Blasco Ibáñez y Unamuno serán de los primeros. Los acontecimientos en el resto de Europa, especialmente en Rusia, habían influido grandemente en la vida española. El ambiente teatral no estuvo ajeno a las conmociones sociales que habían comenzado a sacudir aquella sociedad.Poco tiempo después de su retorno a la patria, Margarita conoce a García Lorca, entonces todavía un poeta casi desconocido, quien le da el manuscrito de su obra Mariana Pineda para que ella le de su opinión. Cuando el joven poeta se entera de que la actriz ha decidido poner en escena su obra, su alegría no puede ser mayor. Se estrenaría en Barcelona, y el decorado sería realizado por Salvador Dalí, sobre ideas del propio Lorca. En la primera lectura de la obra Margarita conoce a don Manuel Azaña, que entonces presidía el Ateneo de Madrid."Mariana Pineda", que fue un éxito completo para Margarita e inscribió el nombre de García Lorca en el arte dramático español, sería repuesta por la actriz en muchas oportunidades. "Cuando ya estaba retirada de los escenarios como actriz, y dirigía la Comedia Nacional uruguaya (en Montevideo), sabemos que era el único papel que accedía a representar".(2)En los años que siguieron, a comienzos de la década del 30, en una época de importantes acontecimientos políticos en España, la Xirgu representó obras de gran cantidad de autores españoles, e introdujo en España muchos autores extranjeros, como Wilde, Bernard-Shaw, Pirandello, D'Annunzio, Elmer Rice y muchos otros. En marzo de 1934 estrenaría La Sirena Varada de un autor hasta ese momento desconocido: Alejandro Casona. A finales de aquel año Margarita estrenó Yerma, escrita por García Lorca especialmente para ella. Una gran amistad se había forjado entre la actriz y el joven poeta, y proyectaban una labor conjunta que produciría, sin duda, magníficos frutos.A principios de 1936 Margarita parte de Santander rumbo a Cuba para una gira "de seis meses" por varios países de Hispanoamérica. (Habían convenido con Lorca que éste se uniría a la compañía algunos meses más tarde.) ¡Qué lejos estaban de imaginar entonces que el joven poeta encontraría muy pronto su trágico destino, y que ella no regresaría jamás a su patria! "Un cúmulo de circunstancias, triunfales unas, adversas otras, fueron dilatando el tiempo y atrapándola en esas mallas de imposible evasión que supone para un ser nacido para el teatro el verse confiar la dirección de sucesivas Escuelas Dramáticas Nacionales. Para ello, tuvo que aceptar el amargo desaliento de todo exiliado: la nostalgia que alcanzaría su espíritu hasta el fin de sus días".(3)La gran beneficiada de este largo exilio fue América, que pudo así ver renovado su teatro que había permanecido algo estancado por mucho tiempo. Los públicos de Cuba, Colombia, Perú, Chile, Argentina y Uruguay tuvieron esta vez oportunidad de apreciar el arte exquisito de la gran actriz y el trabajo de su compañía, que incluía nombres que algunos lectores nostálgicos recordarán: Pedro López Lagar, Amalia Sánchez Ariño, Enrique Álvarez Diosdado, entre otros.Una nota triste en esta etapa de su carrera fue la muerte de su marido, Josep Arnall, que siempre la había acompañado. Ante el luctuoso suceso, se pensó en regresar a España, pero luego de algunas vacilaciones, se decidió continuar con la gira. El éxito en La Habana fue apoteósico, tanto que cuando se embarcan para Méjico, miles de personas acuden al puerto a despedirlos. Durante su estancia en Méjico se agrava la situación en España, y pronto estallaría la Guerra Civil. Viviendo la amargura de la tragedia en la patria lejana, Margarita y su grupo reciben una noticia devastadora: han matado a García Lorca. AI principio no lo pueden creer; cuando la noticia se confirma, todos se sienten abrumados. Margarita, en ese entonces, hace una especie de religioso juramento: "Federico, continuaremos juntos..."Así, con el espíritu templado por tanto dolor, su genio comienza a sembrar en América la semilla de su arte maravilloso. Si países con Uruguay, Chile y Argentina, se pueden preciar de haber conseguido, en las décadas siguientes un movimiento teatral de alto nivel, se ha debido en gran parte a la presencia de Margarita Xirgu, no sólo por su trabajo como actriz, sino también por su labor didáctica.Los triunfos en salas repletas y los elogios de la prensa se hilvanaban uno tras otro; pese a ello, la gravedad de la situación en España estaba siempre presente en la gira, y hubo quienes trataron de iniciar una insidiosa campaña en contra de la actriz, por sus ideas políticas. Pero Margarita supo siempre enfrentar con altura y gran dominio cada situación, respondiendo con inteligencia las preguntas capciosas de algunos periodistas. Al final de la representación de Doña Rosita la Soltera, en el Odeón de Buenos Aires, Margarita agradece los clamorosos aplausos, y con lágrimas en los ojos hace una exhaltada apología de García Lorca, cuyo reciente asesinato había causado honda conmoción en toda América.Continuando la gira, Margarita actúa en Montevideo, Rosario, Mendoza y luego Santiago. Allí su vieja afección pulmonar recrudece, y se le hace imperativo descansar por un tiempo, adquiriendo una granja en las afueras de la capital, donde al poco tiempo su salud se recupera.En 1941 se casa con Miguel Ortín, actor y administrador de la compañía. Cuando reinicia su labor teatral, funda en Santiago una Escuela de Arte Dramático privada; ésta posteriormente pasaría a depender del Ministerio de Educación de Chile. En 1943 realiza una temporada en el SODRE de Montevideo, presentando obras de Cervantes, Moliére, Gogol, Calderón, García Lorca y del dramaturgo y político uruguayo Justino Zavala Muniz. Continúa su trabajo en esos años, alternando el teatro con la radio, conferencias, etc., en las tres capitales del cono sur, con una nueva incursión en el cine ("Bodas de Sangre").En 1945 se cumplirá finalmente su anhelo de representar la obra póstuma de García Lorca, finalizada en 1936 unas semanas antes de su muerte: La Casa de Bernarda Alba. Se estrena el 8 de marzo en el Teatro Avenida de Buenos Aires. El día 20, la compañía "La Carátula" estrenaba la obra en España, pero la prensa peninsular la ignora casi por completo. En cambio en Argentina el éxito es tan resonante que desde todas las capitales hispano-americanas se requiere su representación. Desde Nueva York el padre del poeta le envía un telegrama de felicitaciones.En 1949, a invitación de Justino Zavala Muniz, a la sazón presidente de la Comisión de Teatros Municipales del Uruguay, Margarita viaja a Montevideo para dirigir e interpretar La Celestina de Fernando de Rojas. Zavala Muniz, quien posteriormente fue Ministro y luego Consejero de Gobierno, era el amigo de mi familia que menciono al comienzo de esta nota. Su admiración por el genio de Margarita lo decidió a ofrecerle la dirección de una Escuela Dramática a crearse en Montevideo. De esa forma, este político-escritor de espíritu inquieto y sensible, se convirtió en instrumento del destino de la gran actriz. "Vine a Uruguay por unos días, y hace casi 9 años que estoy aquí..." declararía la actriz en 1957 a José Pla.(4) En ese entonces, no se imaginaba que su destino sería terminar sus días allí...Zavala Muniz fue alma mater de la primera Escuela Municipal de Arte Dramático de Montevideo. Margarita fue su primera directora, a la par que dirigía la Comedia Nacional. La escuela se inauguró en el magnífico Teatro Solís - "uno de los más hermosos del mundo" al decir del actor y director francés Louis Jouvet - con la presencia del Presidente de la República Luis Batlle Berres. Con rigurosos programas, totalmente gratuita y con libre admisión de alumnos, la escuela fue modelo en su tipo. En su primer cuerpo docente figuraron, además de la Xirgu, los nombres de Carlos M. Princivale, José Vallarino, Juan Protasi, Carlos Rodríguez Pintos, Alberto Bojorge Peña, Vladimir Irmann y muchos otros.Por esta época Margarita tiene en mente su retorno a la patria, y así lo expresa en sus cartas a sus amigos peninsulares. "De poder hacer el viaje, me gustaría poder estar cuatro o cinco meses en España"(5) dice en una carta, 1o cual prueba que no pensaba en un regreso definitivo. Su tarea en la República Oriental era demasiado importante, y en los medios culturales rioplatenses era una figura venerada. Con la Comedia Nacional realiza una gira por todo el país, y luego se presenta en Santiago y en Buenos Aires. En todos lados se renuevan los éxitos clamorosos. "Esta mujer es una gloria..." diría una periodista del diario El Día de Montevideo.En ese entonces Uruguay era, sin lugar a dudas, el país más democrático de América. Un clima político estable, una población homogénea virtualmente sin analfabetos, un aceptable nivel de prosperidad económica (que aunque no duró, ni había llegado a la totalidad de la población), permitía prácticamente a todos los orientales tener acceso a las más importantes manifestaciones artísticas del mundo entero. (Un obrero podía asistir a la actuación de un Ballet ruso o de una compañía de Comedias francesa sin gran sacrificio económico). El Estado, a través del SODRE, promovía y subsidiaba toda actividad cultural de importancia, que en ocasiones se extendían al interior del país. En ese ambiente Margarita realizaba su obra sin tropiezos. Montevideo era entonces un foco cultural en América. Se editaba el famoso semanario "Marcha". Las más importantes figuras intelectuales visitaban el país. Entre ellas, exiliados españoles radicados en otros puntos de América.1956 fue un año de acontecimientos importantes. Margarita cumplía sus Bodas de Oro con el teatro, y se celebraba el centenario del Teatro Solís. En el homenaje ofrecido a la actriz hablaron Alejandro Casona, Rafael Alberti y Claudio Sánchez-Albornoz. En 1957 viaja a Méjico. El público azteca, después de tantos años, la recibe con el mismo cariño y devoción. A su regreso continúa con su intensa actividad en ambas capitales del Plata. A instancias de Narciso Ibánez Serrador, realiza dos producciones para la T.V. argentina (¡era casi septuagenaria!), La Casa de Bernarda Alba de Lorca y La Dama del AIba de Casona.En 1961, el SODRE da a conocer una cantata del músico español Mauricio Ohana sobre el poema de Lorca Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías. Intervenía un recitante, un barítono, coro, clavicordio y orquesta. "Margarita es requerida para la parte recitante, por ser voz única e intransferible del verso Lorquiano".(6)Los últimos años de su vida transcurren en Punta Ballenas, un hermoso lugar de la costa uruguaya. Pero no permanecería ociosa. Trabajó incansablemente en pro del "Hogar del Actor" un refugio para viejos actores y actrices, ocupando la presidencia de la Comisión Honoraria Pro Casa del Actor; Zavala Muniz fue Vicepresidente, y entre otros, figuraron en la misma, el Dr. Juan Carlos Patrón, la Dra. Adela Reta y los actores Alberto Candeau, Enrique Guarnero y Concepción Zorrilla.En 1966 viaja por úlima vez a Buenos Aires, donde recibe el homenaje del Casal de Catalunya. AI año siguiente es invitada a dirigir Yerma en el Smith College, Massachussets. (¡Contaba 79 años!). Contrariando el consejo de un médico amigo, viaja a Estados Unidos y el frío de la nevada primavera norteña pronto hace mella en su precaria salud, y debe ser internada por unos días en una clínica. Aquella sería su última puesta en escena.De regreso al Uruguay, continúa vinculada a las actividades teatrales, aunque no en forma activa. En el mes de abril de 1969, Margarita debe ser internada en una clínica de Montevideo. El da 25, "al filo del mediodía", llegó La Peregrina, aquel personaje de La Dama del Alba y le dijo: "Apóyate en mí y prepara tu mejor sonrisa para el viaje. Yo pasaré tu barca a la otra orilla". (7)Sus exequias dieron lugar a uno de los más emotivos homenajes del pueblo y gobierno uruguayos. Miles de personas acudieron a su funeral. La Cámara de Senadores de la XL Legislatura, el 6 de mayo de 1969, poniéndose de pie, expresaba unánimemente la gratitud del Estado uruguayo "a la eximia actriz, catalana universal, presencia impalpable, de aquel trozo de arte maravilloso de la Madre Patria, cuya trascendencia y proyección repartió por el mundo y por nuestro Uruguay". (Palabras del senador Hierro Gambardella).Así fue la vida maravillosa de esta mujer de genio incomparable, que supo acercar a América la verdadera grandeza de España.M.G.
BIBLIOGRAFÍA:(I) Francesc Curel, Historia del Teatro Catalán.(2) Antonina Rodrigo, Margarita Xirgu, actriz predilecta de García Lorca,(3) Antonina Rodrigo, Op. Cit.(4) Destino. Barcelona, el 15-3-1958.(5), (6) y (7) Antonina Rodrigo, Op. Cit.
Margarita Xirgu(1888-1969)

porM. Ángeles Bernárdez

«Margarita: Cada rosatiene un rumorcillo de agua,y un dolor de estrella vivabajo sus hojas heladas».Federico García Lorca
«La Voz de la emoción dramática» —nos dice Francisco Arias Solís— era Margarita Xirgu. La actriz catalana nace en Molins del Rei el 18 de julio de 1888. En ese mismo año se inaugura en Barcelona la primera Exposición Universal que se celebraba en España. También tiene lugar, en Barcelona, el congreso constituyente de la Unión General de Trabajadores. Introductora del mejor teatro europeo de su tiempo: Pirandello, D’Anuncio, Wilde, Shaw, Rice…, Margarita supo afrontar los riesgos de interpretar a Mariana Pineda, Marianela, La corona, Divinas Palabras, etc. En su lista de autores españoles están: García Lorca, Galdós, Azaña, Valle-Inclán, Unamuno, Benavente, Eduardo Marquina, J. Ortega y Gasset, Alberti… Junto a Rivas Cherif, da vida a los personajes de nuestra dramaturgia del Siglo de Oro. El maestro Enrique Díaz Canedo afirma que «ha habido dos grandes momentos en el teatro español que han tenido como máximos exponentes a Maria Guerrero y a Margarita Xirgu. No obstante, la Xirgu fue la única que alcanzó la dimensión intelectual del teatro». Y decía Pirandello: «…el cine, con todos sus recursos, es incapaz de producir un fenómeno de sensibilidad como el que consigue esta formidable actriz española». La Xirgu, de personalidad apasionante, siguió los pasos marcados por su profundo deseo de convertirse en actriz, alcanzando el máximo nivel de triunfo personal y de fama. Con la obra de Zola, Teresa Taquín (1906), cumple su deseo, además de iniciarse con honores en su puesta de largo sobre el escenario. Málaga será la primera ciudad donde Margarita interprete una obra en castellano. Desde aquí partirá hacia Canarias, Buenos Aires y Chile. A su regreso, y tras presentarse en el madrileño teatro de la Princesa (1914), la crítica la señala como «alta y generosa renovadora de nuestra escena». Obtiene sucesivos éxitos representando a Mariana Pineda —con diseños realizados por Salvador Dalí— (1927), Yerma (1934) y Rosita la soltera (1935), de Federico García Lorca; en esta última, Federico y Margarita vivirán una noche triunfal. Desde el día del estreno de Rosita la soltera, la actriz recibe diariamente un ramo de flores sin tarjeta ni remitente, que gentilmente les enviaban las floristas de las Ramblas barcelonesas. Margarita Xirgu, guía de Federico García Lorca en América latina, está fuera de nuestro país cuando la guerra civil española es anunciada en todo el mundo. Como un rumor sordo, seguramente, le alcanzaría el eco de una terrible noticia; nadie lo cree hasta que se confirma. En un desgranado balance de nombres de hombres muertos tiene conocimiento de la muerte de Federico. Para ella será un trauma irreparable. «No he podido —decía— creer en su muerte… Me aferro a la ilusión que Federico vive, porque vive en mi esperanza…». Margarita se exilia de España voluntariamente. En su trayectoria profesional, asumido su destino como actriz, contribuye al enriquecimiento cultural de los países hispanoamericanos y a honrar la memoria de Federico. Estrenará en Buenos Aires, en la sala Avenida, la obra póstuma de Lorca, La casa de Bernarda Alba (8 de marzo de 1945). Al acabar la representación, el público del «todo Buenos Aires» estalló delirante en aplausos y vítores emocionados en honor del poeta y de la actriz. Entre los innumerables admiradores de Margarita Xirgu estaba Rafael Alberti. Él dijo de ella, «Yo soy un admirador ferviente de Margarita Xirgu. Soy un religioso fanático del Arte, y en el Templo del Arte, entre los muchos altares que en él se erigen, encuentro siempre el de la Xirgu y ante él, muchas veces inclino mi rodilla… Margarita es, no ya una artista maravillosa sino una esclava, una servidora de su religión». Margarita se dedicó a la formación de nuevas generaciones de actores, y llevó cabo un antiguo proyecto con la fundación de una Escuela de Arte Dramático. A la primera generación de estos actores pertenece el nombre de Alberto Closas. Margarita residió en Argentina y Uruguay. En Montevideo, Uruguay, dirigió la Escuela Dramática Municipal. Un importante acontecimiento en su vida fue la puesta en escena de Hamlet, en versión de María Legarraga de Martínez Sierra (verano de 1933), en Inglaterra (Cuadernos, 1989, 147), donde haría el papel del príncipe de Dinamarca. Después de una exitosa y larga carrera, dejaría vacío el escenario de la vida para siempre el 25 de abril de 1969. La «admirable creadora», como la definió Federico, había cumplido su sueño de ser actriz. Consiguió llenar con su voz, su figura y su expresión apasionada, la bella sombra desgraciada, médula y símbolo de la libertad.
"Cuando en Soria estuvo la Xirgu"

Ojalá que pronto puedas correr por altas montañas libre de tu camerino como una corza de llamas.

García Lorca

No es mi costumbre escribir sobre mí, incluso me desagrada, pero es necesario, o a mí me lo parece, hacer una pequeña introducción para entender este homenaje tardío a la gran actriz catalana Margarita Xirgu, así que, mis lectores disculparán la excepción.
Desde muy jovencita, casi una niña, me sentí fascinada por Federico García Lorca en particular y por el teatro en general. Se debe esta fascinación por el teatro al hecho de que parte de mi adolescencia y juventud la pasé trabajando en un establecimiento ubicado en el Paralelo barcelonés, Perfumería-Droguería Sevillano, donde acudía a comprar todo el artisterío, todos los componentes del mundo de la farándula quienes, inevitablemente, actuaban en los numerosos teatros de esa vía barcelonesa varias veces a lo largo de su vida, en El Molino, Apolo, Talía, Español, Victoria... Allí conocí a muchos artistas, cantantes, cómicos... que compraban en ese establecimiento y que nos regalaban entradas, aprovechadas con avidez de niña, en sesiones de tarde y en días de poca afluencia de público. Me cabía el honor, además, de ir a llevarles en muchas ocasiones los paquetes a los camerinos, a pesar o tal vez por lo contrario, de la prohibición expresa de mi madre. Algún día tendré que contar las anécdotas que recuerdo de aquellos nueve años.
La pasión por García Lorca se la debo a dos compañeros, ya fallecidos, uno en plena juventud, José Baulies, y el otro por su propia edad, Eduardo Serra. Ellos recitaban a Lorca como nunca lo he escuchado después, ponían el justo acento andaluz (los dos eran catalanes), se enervaban cuando la Guardia Civil prendía a Antoñito el Camborio y lo encerraban mientras bebían limonada, se conformaban con el costurero grande de raso pajizo que el amante regalaba a la casada infiel aunque no se enamorara de ella por que tenía marido, se emocionaban cuando con la sombra en la cintura en el verde-que-te-quiero-verde la mujer esperaba muerta la llegada a golpe de uña de caballo del hombre... Y una, casi niña, empezó a amar a Lorca, casi paisano, limítrofes las provincias de Jaén y Granada, y a castigar las obras completas en papel de Biblia, de Aguilar, más de dos mil páginas, regalo de los compañeros, donde Lorca estaba con sus letrillas, sus dibujos, sus conferencias, su Poeta en Nueva York, Romancero Gitano y, maravilla de las maravillas, sus obras de teatro, su Bernarda Alba, Yerma, Doña Rosita, Bodas de Sangre..., y Margarita Xirgu, amiga de Lorca, aparecía por esas páginas convertida en la mujer estéril, la madre de las bodas, la solterona...
A lo largo de los años he leído todo lo que ha caído en mis manos sobre Lorca, su muerte, su vida y, con todo ello, lo que aparecía de Margarita “la nostra Margarida”, como la llamaban en Barcelona. De pronto, hace unos días, tecleé en el ordenador de la Biblioteca Pública de Soria la palabra “Xirgu”, y apareció un único libro, publicado en 1988 por Aguilar y escrito por Antonina Rodrigo. Se trata de una tesis sobre el personaje financiada por la Fundación March, catalanes también, aunque oriundos de Mallorca, cuyas barcas todavía las recuerdan en Torredembarra apareciendo por el horizonte del Mediterráneo, cargadas de productos para intercambiar.
Es una biografía impagable, sin un sólo chismorreo, la vida que debe interesar, es decir, toda menos la privada, la del personaje, los que la rodearon y su final lejos de Cataluña, exiliada como el otro catalán insigne, Pau Casals, con quien habría de coincidir en Méjico. Por esas páginas de “Margarita Xirgu”, aparecen Valle-Inclán, insoportable y tremendo como el trueno en su papel de crítico. Enric Borrás, compañero de la Xirgu, con quien formó compañía. Rivas Cherif, Alberti, Azaña. Otras grandísimas artistas como María Guerrero, Argentinita. En fin, un elenco por el que cualquiera hubiera dado parte de su vida por conocer.
Antonina Rodrigo se recrea en la Barcelona de principios de siglo XX, la que le tocó vivir a Margarita Xirgu (ella había nacido a finales del XIX) y nos deja un retrato de esa sociedad que nos hace desear no vivir en esta, carente de sentido, asfixiados por la televisión y el deporte, atontados por los mensajes publicitarios, acosados por el capital salvaje e inmisericorde que nos paga por un lado y nos saca ese mismo dinero por otro, que nos vende el ocio y nos destruye los valores. Una sociedad igualada por lo bajo, invadida de productos basura.
“Aún no se vislumbraba el peligro”, dice Antonina refiriéndose al fútbol, que el Diablo barra de la faz de la tierra. “Los match a foot-ball no contaban más que con la mera afición de un restringido número de “distinguidos” espectadores. Como divertimento y medio de evasión, el público sigue prefiriendo el teatro, las audiciones filarmónicas y las de los famosos coros de Clavé y las actividades de las entidades culturales y recreativas”. El público a que se refiere la autora, no es, como pueda pensarse, burgueses o intelectuales, no, eran los obreros barceloneses, quienes, al igual que los por entonces obreros de todos los sitios, tanto si pertenecían a asociaciones anarquistas como socialistas o nacionalistas, tanto catalanes como castellanos o de cualquier otro sitio, eran personas llenas de pundonor, de elegancia, de generosidad, ávidos de aprender, de llenar las estanterías con libros adquiridos a escote, de pasar sus poquísimos ocios en educadas tertulias, nada que ver con lo que tenemos ahora. Unos obreros que reclamaban la jornada de nueve horas semanales y descanso dominical, para hacernos idea del poco tiempo con que contaban para el ocio y lo bien que lo aprovechaban.
Como ejemplo de lo que digo, veamos la relación que la autora hace de las sociedades existentes en la Barcelona de la época, de escaso medio millón de habitantes: Centro de Fomento de la Izquierda del Ensanche, El Eco de Cataluña (sociedad coral), Associació de Somatent, Patronato del obrero (Pueblo Nuevo), Teatro Zorrilla (Gracia), Casino Conservador del Distrito Cuarto (antes Familiar Graciense), Sociedad Berenguer, Centro liberal-Conservador del Distrito Cuarto, Centro de Fomento, Casino Artesano, Casino Colón (San Martín), Unión Obrera (Pueblo Nuevo), Sociedad Cervantes, Fomento de la Barriada de Capuchinos (Gracia), La Golondrina, Centro Democrático, La Alianza (Pueblo Nuevo), La Unión Familiar, La Societat Centre Liric-dramátic de Sabadell. Algunos de ellos contaban con su propio boletín: La Sociedad Filarmónica, La Magnolia, Casino Provensalense, Círculo Republicano (Pueblo Nuevo).... Además de los centros de barrios con sus propios teatros.
En estos teatros, en este ambiente, ensayando después de largas jornadas de trabajo, interpretó Margarita Xirgu a sus personajes, aplaudida, homenajeada y respetada por los obreros, los burgueses, los intelectuales, los librepensadores, los anarquistas.
También le cupo el honor a Lorca de recitar ante un público obrero barcelonés, en la década de los treinta, y de la experiencia decía, con lágrimas en los ojos: “Nunca había encontrado un público tan ávido de comprenderme. Nunca había recitado tan a gusto, ni me había entregado a mis oyentes de forma tan absoluta”. Después del acto, uno de los fundadores del Bloc Obrer i Camperol, Jordi Arquer, fue presentado a Federico. El veterano luchador obrerista recordaba el emocionado asombro de Lorca ante la íntima comunión del pueblo obrero con su poesía. ¡“Qué pueblo, Qué pueblo tan admirable!” decía el poeta.
“Desde entonces –dice Antonina Rodrigo- ha llovido mucho y cuando el aumento de la renta per capita, y el decrecimiento de los analfabetos nominales y la intensificación de los medios de comunicación social (en particular la televisión), hacían esperar que el nivel cultural del pueblo iría en aumento, con la desviación del fervor popular hacia toreros, futbolistas y vociferantes de turno, asistimos a un palpable retroceso, en todos los campos, hacia un materialismo primitivo y alarmante”.
Margarita Xirgu conoció un buen día a Federico García Lorca y, desde entonces, formaron un tandem como solo es posible entre autores dramáticos y actores, adornado por la amistad, casi diríamos fraternidad, y el culto a la memoria del poeta por parte de la actriz, hasta el mismo día de su muerte. Ella le sobrevivió muchos años. A él le mataron en Granada los fascistas cuya memoria todavía pretenden –y consiguen en algunas personas- meterla en las entendederas, para que se putrefacten y luego ya no sirvan para entender absolutamente nada.
En 1933 presidían (de honor) el Círculo Artístico, el Ateneo Barcelonés y la Asociación de Teatro Selecto: Apel.les Mestres, Pau Casals, José Clará, Enric Morera, Salvador Alarma, Pedro Bosch Gimpera, Francisco Mathey y Josep Lluis Sert. Dos años después, en el otoño de 1935, Margarita hizo algo más que añadir –aparte de ser catalana, amiga de Lorca y otros de su generación- a su terrible curriculum para los militares de Franco, y que tenía que ver con uno de estos ilustres presidentes de honor del Ateneo Barcelonés. “Lorca –dice Antonina- logró interesar a la Xirgu para que representase la tragedia de Ifigenia, de Eurípides, en las ruinas de Ampurias, frente al mar. A la actriz le ilusionó el proyecto y encargó a Ferrán y Mayoral una traducción de la obra en catalán. Pero, al final, la Xirgu se negó a interpretar Ifigenia en Ampurias por solidaridad con el gran arqueólogo catalán Pedro Bosch Gimpera, rector de la Universidad Autónoma y Consejero de Justicia de la Generalitat, autor de importantes descubrimientos arqueológicos en Ampurias, al seguir Bosch Gimpera detenido en un barco en el puerto de Barcelona por los sucesos revolucionarios de octubre de 1934".
A finales de 1935 se estrenó en Barcelona Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores, en el Principal Palace, antiguo Principal, donde Margarita comenzaría sus representaciones siendo muy joven. “En las localidades altas –decía un cronista- a la izquierda, donde se instalaba la claque se agitaban esa noche todos los “calés” del distrito quinto (calles Conde del Asalto, Tapias, Robadors, Ramblas, Paralelo...). En las calles, donde están El Cangrejo Flamenco, El Manicomio, Cádiz y La Taurina, imperaba un silencio sepulcral. Los flamencos se habían ido al teatro. “Zí zeñó, se han ido toos a ver la función de don Federico”.
La actriz catalana, hasta el año 1936, paseó su arte por casi toda España. De ella dijo don Miguel de Unamuno: “Yo no he hecho más que hacer hablar a Séneca en castellano. Séneca no hizo más que explicar la historia de Medea. Pero Margarita Xirgu ha hecho Medea. Ha convertido este personaje, imaginario o real, en un ser vivo que se apodera de nosotros en cuerpo y alma”.
Afortunadamente Margarita se marchó a Méjico unos días antes de que las botas de los militares se impregnaran de sangre y arrebataran a este país sus ganas de vivir y a sus más preclaros intelectuales. Gracias a eso no acabó como García Lorca, asesinada. En su exilio, la Xirgu continuará en el culto a su amigo el poeta. Cuando ella se entera de la muerte de Lorca, dice Antonina Rodrigo: “Ni una sola república americana deja de ponerse de luto. En las puertas de los teatros donde actúa la compañía de la Xirgu se coloca una gran fotografía del poeta granadino. Y se guardan minutos de silencio en las representaciones. Cuando un periodista argentino le pregunta si hará una función de homenaje a García Lorca, contesta: “...yo creo que cada representación de Federico es un homenaje para él. ¿Para qué exagerar la nota sentimental? Nosotros somos como los pobres del camino, pobres de pedir cantando, que es más digno que pedir llorando”.
Después, cuando en Buenos Aires acaba la representación de Doña Rosita, con el público puesto en pie aplaudiendo sin parar, a ella y a él, Margarita dijo: “Si de verdad queréis recordarlo, hablad de su obra a vuestros hijos, habladles de la vida del poeta. Pasaremos nosotros, pasaré yo, que soy bien poca cosa; pero la obra del poeta quedará para vosotros y para vuestros hijos, para la inmortalidad”.
El régimen franquista nunca llegó a saciarse de venganza. Lejos de ser esos caballeros antiguos que después de la batalla eran capaces de, no sólo perdonar, sino hasta considerar el valor del enemigo, ellos, soeces militares de la peor calaña ayudados por gentes de sus colonias del Norte de Africa que violaban y mataban a las mujeres milicianas o civiles, además de destruir una nación, después se ensañaban con los vencidos haciéndoles padecer el paredón, la cárcel, el valle de los caídos (a propósito las minúsculas) y el exilio. Esa venganza la leyó la Xirgu en la prensa de Chile, en 1940: su procesamiento en España por el Tribunal de Responsabilidades Políticas. Se la condenó a la confiscación de todos sus bienes y al extrañamiento a perpetuidad. “Era la respuesta franquista a la inequívoca actitud de la actriz: amar al teatro y a España".
En 1943 se presentó en el Teatro Sodre, de Montevideo, la obra de teatro “Numancia”, de Miguel de Cervantes, en versión de Rafael Alberti. Santiago Ontañón se encargaría de los decorados. Alberti adaptó entonces la obra a las circunstancias y vistió a los romanos de fascistas mussolinianos. “Los valores primordiales de El cerco de Numancia, título original, o Numancia, según la adaptación de Alberti, que conferían perenne actualidad, son su hondo sentido ideológico: el pueblo entero defendiendo su independencia hasta la muerte, y la gran humanidad de sus figuras, algunas de ellas alegóricas: España, encarnada por la Xirgu; el Río Duero, la Guerra, la Enfermedad, el hambre, la Fama... El poeta andaluz cuidó en su versión que la obra conservase el ejemplo cívico en toda su grandiosidad. Para ello se suprimieron algunas escenas y añadió un prólogo –parodia libre del juramento de Lisístrata y Cleónice, las heroínas aristofanescas-, con el propósito de hacer más comprensible la llegada de Escipión en el primer acto”.
Veinte años antes Margarita Xirgu había estado en Soria. Mientras leía el libro al que estoy haciendo referencia durante todo este comentario, me encontré con Inés Tudela, esa gran mujer, infatigable investigadora, como su padre, don José Tudela de la Orden. Le comenté la impresión que me estaba produciendo esta biografía, insisto, sobre la Xirgu artista, y recordó algo, pero no me quiso decir aún nada. Por la noche me telefoneó y me dijo “La Xirgu estuvo en Soria y mi padre publicó algo sobre ella”. Para que no tuviera que dejarme las pestañas en esas páginas microfilmadas, donde pueden aparecer treinta o cuarenta noticias en cada una, con un cuerpo siete de tamaño, me prestó uno de los tomos encuadernados de su archivo particular, donde están recogidos los escritos de su padre. Y aquí está, “La Xirgu en Soria”, publicado en El Avisador Numantino del año 1923. No he podido averiguar qué obra de teatro estrenó Margarita, “la nostra Margarida”, que decían los barceloneses.
Con las palabras de don José quiero acabar, no sin antes agradecer a Antonina Rodrigo su estupendo trabajo, su grandísima labor de investigación y la ausencia de morbo, lo que viene a indicar lo innecesario del mismo cuando las publicaciones se dirigen a la gente educada.
“Los toros y la política son las dos profesiones, pudiéramos decir las dos artes más populares en España; toreros y políticos asumen la máxima popularidad. Van después las bailarinas, cancionistas, luego actores, cantantes... y casi siempre han venido estas admiraciones, estas predilecciones populares divididas en un dualismo absoluto y fatal, en una guerra civil de aficionados por sostener la primacía del respectivo ídolo, Lagartijo o Frascuelo, Joselito o Belmonte, Cánovas o Sagasta, Maura o Canalejas, Gayarre o Massino, Calvo o Vico, La Guerrero o la Pino...
Hoy, llevado el público de este instituto por las antítesis, busca con afán esas parejas de ídolos en los toros, en la política, en el canto o en el teatro, y unas veces no encuentra a quienes emparejar y otras ni siquiera halla un ídolo aislado y solitario.
Entre sus actrices predilectas hay dos o tres con las que trata de formar esas parejas rivales. La Guerrero y la Xirgu, La Guerrero y la Bárcena, la Bárcena y la Xirgu... pero como en estas combinaciones duples toma el público un factor que fue valioso, sin duda, pero hoy gastado, y además trata de emparejar, en otras combinaciones, factores de positivo mérito, pero de distinta especie y naturaleza... el dualismo no surge, la rivalidad ni siquiera se inicia, y queda hoy en España, sola y señora del mundo escénico de las grandes pasiones, sin rival ninguna, Margarita Xirgu.
Estos días hemos tenido la suerte y la honra de tenerla entre nosotros.
Con su alma apasionada y sensitiva ha hecho vibrar nuestras almas, comunicándoles las grandes inquietudes humanas que hombres eminentes concibieron, y hasta hacernos sentir, con su poderoso genio, otras veces, mucho más de lo que autores mediocres o desafortunados intentaron en obras anémicas o borrosas.
Este es el gran misterio de su arte, valorar lo excelso, y transfigurar con su hálito misterioso y divino lo mediocre y vulgar.
¡Dichosa y apostólica misión la del gran actor! Ir, recorriendo el mundo conmoviendo el alma del pueblo –del pueblo, en el sentido amplio y humano, que entendía Maragall- colmando su alma de ilusión, de odio, de ternura, de fiereza, de venganza... de amor, en fin, que toma estas formas, móvil, humano y divino:
“L’Amor che muove il sole e l’altre stelle”.
Y el pueblo agradecido, le rinde a la Xirgu en todas las partes tributo de respeto, de cariño y de admiración. Porque con su maravilloso arte, con su alma poderosa ha sabido elevar nuestras almas –alma del pueblo, corteza humana de la tierra- a regiones ignoradas y sublimes, donde toda acción grande es posible, donde toda suprema delicadeza tiene su existencia, donde todo impulso generoso tiene su realidad.
Idos de Soria satisfecha, Margarita.
Aquí no habréis encontrado los agasajos y el triunfo ruidoso que en otras ciudades: muchas circunstancias contribuyen a ello... Un paseo por los alrededores de nuestra ciudad, por sus cerros míseros y pelados por falta de tierra y de calor de sol os darán la explicación de muchas cosas.
El cierzo de a sierra que hiela los campos, ha enfriado un poco la superficie de las almas; la superficie no más, Margarita.
Habéis visto como rota esa cáscara helada, ha brotado cálido entusiasmo.
Sabed que somos así, un poco fríos, un poco rebeldes a todo dominio, incluso al del arte. Nos cuesta, como a indómitos celtíberos, dejarnos conquistar, pero solo a vos, Margarita, cabe la honra de habernos conquistado, de haber cogido nuestros fríos y rebeldes corazones y de chapuzarlos en el ardiente océano de vuestro arte sublime.
Nada más grande que vos, ha pasado por la escena soriana, es probable que nada más grande pasará...
El tiempo correrá, los años irán pasando y cuando seamos viejos recordaremos estos días diciendo entre sollozos melancólicos: «Cuando en Soria estuvo la Xirgu...»”.

© Isabel Goig, 2002

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