CASTILLO DE PÌTTAMIGLIO

CASTILLO DE PÌTTAMIGLIO

domingo, 18 de marzo de 2007

Historia de la Ciencia Ficción Uruguaya

Primera Entrega

por Pablo Dobrinin

Introducción

Aprovechando la oportunidad que generosamente me brinda Axxón, a partir de hoy empezamos a recorrer la historia de la Ciencia Ficción Uruguaya. Vale la pena mencionar que en el número 160 de Axxón salió publicado un artículo que sirve de complemento a este trabajo, titulado "El carácter político de la Ciencia Ficción Uruguaya".

En sucesivas entregas iremos dando cuenta de novelas, libros de relatos, antologías, revistas, fanzines, videos, cómics, asociaciones, obras de teatro, etc.

Uruguay posee una rica historia de literatura fantástica, en la que sobresalen valores que la crítica ya ha reconocido, caso de Horacio Quiroga, Felisberto Hernández, Mario Levrero y Héctor Galmés.

Muy distinta es la situación en la ciencia ficción (cf). Si bien existen figuras excluyentes —como Roberto Bayeto, Tarik Carson, Carlos María Federici y Gabriel Mainero— hasta ahora nunca se había intentado escribir una historia de la cf uruguaya, y no existe ninguna bibliografía al respecto. Por esa razón esta investigación ha sido más que ardua. He charlado con escritores, rastreado libros prácticamente inconseguibles, y otras veces me he topado con ejemplares de segunda mano que ya casi nadie recuerda, ya sea porque pertenecían a editoriales que fenecieron, a ediciones de autor; o bien porque en su momento pasaron desapercibidos. No menos difícil fue conseguir las obras publicadas en Internet o en revistas electrónicas, dado que tampoco existe en nuestro país un registro de las mismas. Esta búsqueda me ha demandado varios años. Confío en que todo esto sirva de base a futuros investigadores, así como para apoyar el desarrollo del género en Uruguay. Obviamente cualquier omisión ha sido involuntaria; por eso la investigación permanecerá abierta, tanto al pasado como al futuro. Aquellas personas que deseen aportar información no tienen más que comunicarse conmigo al siguiente correo: pablodobrinin@hotmail.com

En esta entrega inicial de la Historia de la Ciencia Ficción Uruguaya recordaremos la primer novela, escrita por Francisco Piria en 1898.



Francisco Piria y El Socialismo Triunfante - Lo que será mi País dentro de 200 años

El hombre que se inició en el comercio vendiendo relojes, estaba destinado al derrotar al tiempo. Progresivamente fundó barrios, un pueblo, y una ciudad que lleva su nombre. Poco después publicó una novela en la que imagina todo un mundo.

Este trabajo arroja nueva luz sobre una novela escrita por Francisco Piria en 1898. Se demuestra que estamos frente a una obra con múltiples lecturas, entre las que se destacan el socialismo utópico, la ciencia ficción y la alquimia.



El hombre, el empresario, el alquimista


El Socialismo Triunfante: Portada de la edición Argentina de febrero del 2002, que muestra el Castillo de Piria


Fernando Juan Santiago Francisco María Piria, hijo de inmigrantes italianos, nació en Montevideo el 21 de agosto de 1847. A los 5 años falleció su padre y su madre lo envió a Italia, para que fuese educado por su tío, que era monje jesuita. Regresó cuando ya tenía doce y a los 16 se enroló como voluntario en un cuartel. Posteriormente se dedicó al comercio. Al principio vendía relojes, luego sobretodos, pero el cambio comienza a operarse cuando se mete en los negocios de bienes raíces. Compraba grandes extensiones de tierra y posteriormente las fraccionaba en solares y las remataba. Para su época, tenía mucha visión empresarial. Hacía una publicidad de sus negocios mediante afiches que por lo general exageraban la nota. Como si esto fuera poco, para que la gente acudiera en masa a sus remates, les facilitaba coches de tranvías como medio de locomoción gratuito (a veces hasta la friolera de 50 vagones), y antes de las subastas obsequiaba a los asistentes con comilonas, bandas musicales y fuegos artificiales. Para tratar de convencer a los posibles compradores, vendía las tierras a pagar a largos plazos, hasta 30 años inclusive, lo que en ese momento constituía una innovación. No solo fraccionaba los terrenos, sino que creaba calles, manzanas y plazas. Así llegó a fundar 70 barrios montevideanos, algunos en localidades del interior y un pueblo en el departamento de Canelones (Joaquín Suárez). Posteriormente, con gran parte del dinero recaudado, se abocó a su obra mayor. Después de visitar la ribera francesa, regresó al Uruguay y compró 27 mil cuadras de terreno junto al mar, en el departamento de Maldonado y en 1890 fundó allí la ciudad balnearia de Piriápolis. Según se afirma, ésta es la única ciudad en el mundo construida únicamente por un particular. Montó una impresionante infraestructura para desarrollar el turismo, que, salvo él, casi nadie pensaba que pudiese convertirse en una importante fuente de recursos económicos. Construyó el puerto, lujosos hoteles, entre ellos el Argentino Hotel (el más grande de Sudamérica en su tiempo), y hasta instaló un tren que pagó de su propio bolsillo. En uno de sus habituales viajes a Europa se llevó un puñadito de la tierra de Piriápolis y regresó de Francia con las cepas que habría de plantar. Trajo técnicos extranjeros y desarrolló la industria de los vinos, el tabaco, el aceite y sobre todo la minería, que con sus canteras de granito le aportaba interesantes ganancias. También plantó castaños y 40 mil árboles. Tenía la intención de crear una ciudad autosuficiente.

Fue co-propietario de "La Tribuna Popular", diario "socialista" que hacía la oposición al gobierno. Además de ejercer el periodismo político, publicó una serie de libros, básicamente orientados a divulgar sus ideas. En algún momento ingresó en la masonería, pero se apartó rápidamente y muy molesto cuando le pidieron que aportara dinero. A los 72 años, en un intento por quebrar la hegemonía de blancos y colorados, fue candidato del partido "Unión Democrática", pero sólo consiguió 658 votos. Falleció el 10 de diciembre de 1933, a los 86 años de edad, cuando tenía en mente crear una nueva ciudad, pero esta vez en Argentina, donde poseía algunas propiedades.

A su muerte Piriápolis perdió el empuje que tenía y ya nunca lo recuperó. Tras una disputa, el administrador de Piriápolis asesinó al hijo mayor de Piria y posteriormente se suicidó. Según su biógrafo —el señor Luis Martínez Cherro—, ellos eran los únicos que pudieron haber continuado la obra del gran empresario. Por concepto de impuestos y problemas contractuales y de herencia, el estado uruguayo se quedó con el puerto, el tren (que desmanteló rápidamente), e incluso el Argentino Hotel.



Piria y la Alquimia

La leyenda dice que Piria era un alquimista. Incluso hasta algunos bromean hoy en día afirmando que de noche aparece en su propio castillo, y que aquellos que anden por Piriápolis tal vez puedan escuchar los ladridos de su perro. Si Francisco Piria encontró o no la piedra filosofal o cosa que le parezca, no es un tema que me interese ahora. Pero de lo que no pueden caber dudas, de acuerdo a las investigaciones de su nieto, y del señor Jorge Floriano —que está preparando un libro sobre el tema— es que Piriápolis está repleta de símbolos alquímicos, dejados por su creador.


Piria Caricatura Alquimista: J. Olivella, Rojo y Blanco, 1902


De hecho, el nombre que iba a tener en un principio la ciudad era Heliópolis (ciudad del sol), que de acuerdo a la mitología utilizada en alquimia es el lugar donde renace el ave fénix. Floriano afirma que con el mismo método que Fulcanelli empleó en sus libros logró "leer" en Piriápolis los símbolos alquímicos. Estos son ostensibles en el castillo de Piria, la Iglesia, las estatuas, las fuentes, la forma física del Argentino Hotel y las ilustraciones de los vitrales. Incluso una foto aérea revela que uniendo con una línea los puntos donde se encuentran los principales símbolos se aprecia una reproducción de la constelación de Acuario. La documentación me ha parecido de lo más convincente.

El señor Julio C. Stelardo afirma que Heliópolis es además el nombre de "un grupo muy discreto y universal de alquimistas", que ha albergado tanto a laicos como religiosos. Por esta fraternidad —afirma— habrían pasado gente como "Champegne, Swaller, Dujols, Fulcanelli, Eugene Canseillet y Don Francisco Piria". Otros comentaristas estiman que Piria puede haber recibido un conocimiento alquímico directamente de su tío jesuita.



El Socialismo Triunfante - Lo que será mi país dentro de 200 años

El Socialismo Triunfante tiene —dentro de Uruguay— varios récords (hasta que se demuestre lo contrario). Es la primer utopía(1). La siguiente es El Planeta Arreit (1976), de Horacio Terra Arocena. Es la primer novela uruguaya de ciencia ficción, anticipándose a El Hombre Artificial (1910) de Horacio Quiroga. Y hasta donde yo sé, también es la primer novela con un trasfondo alquímico de importancia. Vale la pena repasar el argumento...



El Mundo del futuro

Después de pasar un año en la India, Fernando vuelve a Uruguay, su tierra natal, y pone en práctica un experimento que viera realizar en el país asiático. Se acuesta en una caja de cristal herméticamente cerrada, bebe el contenido de un frasquito que le diera un fakir y despierta dos siglos más tarde, en el año 2098. A partir de aquí es atendido por el anciano Temístocles, que oficia de anfitrión en este mundo. Otras veces los guías pueden ser familiares de Temístocles, como su propia hija Rosa del Alba (o Rosalba), de la que Fernando se irá enamorando.

A juzgar por sus otros libros, a Piria rara vez le interesó la literatura por sí misma, más bien la utilizó como un vehículo para exponer sus ideas. Por eso, no es de extrañar que como novela, El socialismo triunfante se limite a un paseo por Montevideo y distintos puntos del país, donde no se hace otra cosa que escuchar discursos, conferencias y reflexionar sobre la forma adecuada de conducir los asuntos públicos. El único elemento aglutinante que de alguna manera construye una historia, aunque por desgracia muy débilmente, es el "romance" entre Fernando y Rosalba. No hay ninguna aventura —por elemental que sea— que pueda justificar a la novela como tal. Tampoco se aprovechan debidamente los inventos, o los elementos de ciencia ficción incluidos aquí, para trabajar con ellos en la elaboración de al menos una anécdota de interés; apenas se mencionan. Ni siquiera cuando se nos dice que un astrónomo va a disertar sobre los habitantes de Saturno que descubrió con su telescopio instalado en el observatorio del cerro Pan de Azúcar, el autor se siente tentado de dejar volar un poco la imaginación. En rigor, lo que intenta es crear una sociedad utópica, la del siglo XXI, para oponerla a la de su siglo XIX. "El siglo XIX fue un siglo de mentira, mientras que el siglo XXI es el siglo de la verdad".

Aunque la acción se sitúa en Uruguay, el autor nos da un panorama de lo que ha ocurrido en el mundo. El socialismo que Piria denomina "anárquico", y cuyos fundamentos se remontan al siglo XIX, cae en el siglo XX, "dejándole a la humanidad una gran enseñanza". Las causas del fracaso fueron varias: porque instauró una nueva oligarquía, pretendió igualar a los hombres desconociendo sus diferentes valores y aptitudes, al atacar el capital destruyó el motor de desarrollo de la sociedad, y porque se eliminó la propiedad privada. Si el hombre hubiese tenido un pedazo de tierra, estima, el socialismo anárquico no hubiese fracasado. Tras un breve triunfo de la monarquía, se produce el auge del socialismo que el autor denomina "progresista", o en otras ocasiones "razonado" o "liberal". Se suprimen las aduanas y los ejércitos permanentes, se proclama el libre cambio y se prohibe a cualquier nación emitir títulos de deuda pública. A la cabeza de los países se encuentra el "Supremo Consejo de Gobierno" compuesto por doce miembros —mayores de 60 años— elegidos por el pueblo. Los miembros del consejo se encargan de elegir al presidente, y los restantes once se reparten los cargos de un gobierno, que, de acuerdo a las leyes, se renueva cada doce años. Las madres le "entregan" sus hijos al estado para que se encargue de su educación, desde que cumplen 5 hasta los 15 años. Algunos proponen, con una argumentación que nunca es rebatida, que para una mejor formación debería ser arrancados del seno materno al cumplir el año. El Superior Tribunal de Pública Moralidad, con ramificaciones y delegaciones en todos los países, y con sede en Roma (decretada capital moral del mundo), es el encargado de velar para que la gente —especialmente la juventud— no se precipite en el vicio.

El Uruguay del futuro tiene 22 millones de habitantes, se llama Estado Cisplatino, y por la vía militar ha reconquistado los territorios que Brasil le usurpara cuando nuestro país era conocido como la Banda Oriental. La forma de gobierno —como en el resto de los países— es lo que el narrador denomina "socialismo progresista". Entre lo más destacable de su pensamiento se encuentra la reivindicación que hace de Artigas (en la época de Piria todavía era una figura cuestionada), y la afirmación consecuente de que nadie debe poseer más tierra de la que puede trabajar.

La novela se estructura en "jornadas", lo que no deja de tener su lógica, ya que como afirmaba, la acción se limita a los paseos. Los personajes son esquemáticos y poco creíbles. Temístocles es una especie de patriarca de larga barba blanca y su hija Rosalba "una virgen beldad de dieciocho años". Todos los "personajes" piensan igual, es decir, son los portavoces del discurso de Piria. Incluso, para darle mayor autoridad a lo expuesto, las críticas más enconadas hacia el siglo XIX provienen por regla general de los habitantes del siglo XXI. Los blancos de sus críticas son los partidos tradicionales (blanco y colorado), el "socialismo anárquico", los militares (calificados de "parásitos"), la religión católica, los usureros, los latifundistas, y en un sentido general la moral de ese período. Un clima de moralidad exacerbada impregna toda la obra, salvo en un episodio aislado, cuando el protagonista es bañado por Mirta, una criada de quince años, aunque obviamente sin ahondar en detalles y dejando en claro que eso es posible por la limpieza que tienen las mentes del siglo XXI. En el momento en que Fernando conoce a Rosalba, de acuerdo a la costumbre, deposita en su frente "el beso más puro y casto". Es sintomático que cuando ambos se estrechen en un abrazo amoroso, la novela se precipite hacia su fin.



La Ciencia Ficción

En los paseos, Fernando tiene ocasión de comprobar los grandes progresos que se han operado en materia de arquitectura, agricultura, explotación de minerales, puertos, canales, etc.

Entre los adelantos podemos mencionar el aire acondicionado; uso de la energía solar; un carruaje aéreo llamado "volador"; vehículos con llantas de goma movidos sin caballos, algunos eléctricos y otros que funcionan por aire comprimido, que es la energía más utilizada en este tiempo(2); el teléfono (llamado telépalo portátil); la mototipia ("máquina notable que escribe, graba, imprime y encuaderna el periódico al tiempo que el director dicta sus artículos"); el "domina-olas" (para evitar los mares tempestuosos); etc. El aire también ha resuelto el problema del hambre. Existen aparatos de platino que funcionan con aire comprimido, "los cuales, por presión de muchos cientos de atmósferas, condensan las esencias alimenticias que se encuentran en el aire que respiramos...". La medicina también ha experimentado un importante desarrollo. Siguiendo el curso trazado por Pasteur, se ha descubierto que la mayoría de las enfermedades son causadas por determinadas bacterias. Se ha logrado un microbicida que protege al hombre de las enfermedades. En sucesivas oleadas de avances científicos, se descubre el microbio de la tisis, la espinitis, la diabetes, y el de las enfermedades del corazón y "del cerebro: la meningitis". También tenemos la "vitalina", que tomada en pequeñas dosis regulariza el movimiento de la sangre. La pila eléctrica portátil, adaptada como un brazalete, nos protege de todos los microorganismos que pueden llegar a ser perjudiciales para nuestra salud. El gran desarrollo operado en los telescopios, ha posibilitado que se den charlas sobre la pluralidad de los mundos, y sobre "los habitantes de Saturno y sus grandes progresos". Al margen de las lenguas particulares, todos los hombres dominan un idioma universal llamado el "victorioso".



Un sueño auspicioso

Sobre el final de la obra, Fernando visita Piriápolis, y escucha atentamente como los hombres del futuro elogian a Piria por su labor desplegada a favor del progreso. Hay también espacio para un elogio (en la época en que fue escrito era publicidad) para las canteras de la mencionada ciudad. La novela concluye cuando Rosalba y Fernando se tocan las manos, se miran a los ojos, y comprenden que ambos han estado juntos desde tiempos remotos, en sucesivas reencarnaciones. Posteriormente se abrazan apasionadamente, haciendo que sus cuerpos rueden al abismo, y sus espíritus, unidos estrechamente, comiencen a vagar sobre la "encantada ciudad, en medio de la bruma crepuscular, entre el día que se despide y la noche que avanza..." En este momento de éxtasis, Fernando despierta en su cama, comprobando que todo fue un sueño que duró 22 horas. La culpa la tuvo Manuel, el sirviente asturiano, que para aliviar una indisposición de su patrón le vació un frasco entero de remedio en la tisana. Las últimas palabras de la obra son las siguientes: "¡Resignémonos: sigamos la senda del calvario humano! ¡Tanta dicha, tanta belleza; el triunfo de la fraternidad universal; el socialismo triunfante: todo fue un sueño... lo que será una realidad en el porvenir".



Inmutabilidad, objetividad, universalidad


Otra caricatura de Piria, como rematador


El discurso subyacente del narrador se apoya en la creencia de que existen verdades inmutables, y que esas verdades no están sujetas a interpretaciones, sino que son objetivas. La realidad no depende del observador, sino que se impone por sí misma. "La verdad, fundamento de la justicia, resplandeció siempre...". Estas pretensiones de objetividad e inmutabilidad son los instrumentos que utiliza el autor para legitimar sus propias ideas personales. El recurso favorito del autor para convencernos de la objetividad de su planteo es poner distancia entre él y su mundo, para eso construye un universo futuro. Otra forma de distanciarse, para ver las cosas desde arriba, es con el empleo de las "Notas" que están al final de la obra. En algunas de ellas, Piria utiliza la tercera persona, lo que le permite afirmar cosas como: "el autor alude a...". Como necesita convencernos de que las ideas expuestas son la verdad, y de eliminar cualquier posibilidad de disenso, además de la inmutabilidad y la objetividad, también apela a la universalidad. En plena calle 18 de julio se ha erigido el templo al "Espíritu Universal", en el que están representadas todas las religiones. Hay estatuas de Moisés, Zoroastro, Brahma, la Virgen, Osiris, Mercurio, y un largo etcétera. Por las dudas, como comprende que la lista sería demasiado extensa, aclara que allí están representados todos los dioses de todos los pueblos y de todas las edades.

Con el objeto de crear la ilusión de que estamos en un mundo perfecto, le da a la ciudad un barniz de clasicismo. La arquitectura montevideana tiene influencias de Grecia, Roma y Pompeya, cuando no es francamente imitativa, como en el caso del edificio del Tribunal de Pública Moralidad, que es una copia del Partenón. Los personajes, que se visten con túnicas griegas, tienen nombres como "Telémaco Benítez", "Orestes Fernández", "Marco Aurelio Arteaga", "Heráclito Arocena", Eurípides Rosental", "Temístocles", etc.



Doble discurso y errores

Pese a sus intenciones, el autor cae, una y otra vez, en el doble discurso característico de aquellos que pregonan ideas "elevadas" que no han sido capaces de internalizar. Nos dice que son todos iguales, y al rato vemos aparecer a una "criada", y más adelante se refiere a la existencia de escuelas de "cocineras y sirvientas". Se manifiesta socialista, pero considera que la base de la fortuna es y siempre ha sido el ahorro, y al capital lo llama el "fruto sacrosanto del hombre de trabajo". Dice que no tenemos fronteras ni propiedad territorial, pero afirma que hemos reconquistado territorios. Señala que no hay ricos, pero hace la apología de un hombre del siglo XXI que había logrado acumular una "colosal fortuna".

Además de las contradicciones, hay también errores de todo tipo. Primero expresa que Fernando despierta el primero de enero, pero cuando éste pregunta la fecha le dicen que están en el solsticio de verano. En la jornada primera a Rosalba la describe como "trigueña", pero en la segunda menciona sus "mórbidos y lácteos brazos". El narrador afirma que en 1988 Argentina, Uruguay y Paraguay confeccionaron un gran diccionario rioplatense, que incorporaba los modismos propios de estas zonas. Las "Repúblicas del Río de la Plata", hablaban entonces esta "nueva lengua muy distinta de la sancionada por la Academia Española". Por esta razón, afirma, a veces los habitantes del siglo XXI tenían dificultad en comprenderle. Sin embargo, lo que el lector de El socialismo triunfante percibe es que todos hablan igual, con expresiones más castizas que rioplatenses. ("Apenas sabías imitaros", expresa Temístocles, quién supuestamente debería hablar un lenguaje rioplatense. En el mismo tono, Fernando pregunta "Y la iglesia Matriz ¿en dónde la habéis colocado?").



Un mundo represivo


Caricatura de El Negro Timoteo


El mundo ideal de Piria es en extremo represivo. El Tribunal de Pública Moralidad se muestra omnisciente, porque sabe (aunque no se explica cómo) lo que ocurre dentro del hogar. Este mismo tribunal es el que considera el adulterio un delito infamante, e incluso establece que una "mirada provocativa" de una dama puede ser motivo de una severa amonestación.

El aparato educativo, que pretende apropiarse del individuo casi desde que nace, se apoya al principio en un paradigma fenomenológico (educación en valores), que en realidad oculta la religión que defiende el estado. Posteriormente va ir evolucionando hacia uno positivista (que incluye conocimientos y destrezas). Para lo que no hay lugar, ni puede haber, es para el paradigma crítico, ya que en el mundo de Piria no es conveniente el disenso. Su escuela, por lo tanto, privilegia la reproducción del modelo.

Después de recalcar las bondades de la vieja idea de "cuerpo sano en mente sana", apunta: "Hoy ya los débiles y degenerados han sucumbido obedeciendo a una ley fatal, esa parte morbosa de la sociedad desapareció del escenario humano".

Lógicamente el arte no podía escapar a esta visión represiva. A propósito del siglo XIX: "Todas las concepciones consideradas como artísticas, fruto de tu época, otra cosa no eran que fulgores de mentes enfermas, hijas de espíritus encarnados en raquíticos y degenerados organismos". En cuanto al siglo XXI, sabemos que el Teatro Dramático Nacional es subvencionado por el estado, y tiene por objeto "instruir al pueblo". Por esa razón, ningún drama puede ser representado hasta tanto no reciba "el visto bueno de la censura previa".

Respecto a los indígenas, tiene una visión que sin duda choca contra los parámetros actuales en materia de respeto hacia otras culturas: "Los territorios de Misiones, Paraguay, Chaco, Bolivia, esas inmensas zonas, eran poco menos que desiertos poblados por elemento indígena, estacionario, sin iniciativa y refractario al gran período evolutivo". En un gesto magnánimo de su parte —ya que no era ni blanco ni colorado— el autor le dedica un monumento a Oribe y Rivera —los dos caudillos históricos de los referidos partidos—. Después de todo, considera que los méritos de ambos fueron superiores a sus errores, y que estos últimos se justifican por la influencia del medio. Al parecer, a Piria no le parece tan terrible que Rivera haya exterminado a los charrúas en "Salsipuedes".



Haz lo que yo digo, no lo que yo hago

Las contradicciones del autor que veíamos anteriormente en el análisis no son las únicas de las que debo dar cuenta. En efecto, existen contradicciones entre lo que Piria pregona en esta novela y lo que efectivamente hacía en su propia vida. En El Socialismo Triunfante se manifiesta contrario a la herencia, la que debe ser muy delimitada, para que los hijos aprendan a valerse por sí mismos, y critica severamente a los que no dejan bienes a las instituciones sociales. Piria dejó toda su fortuna a sus hijos y algún allegado. Se pronuncia en contra del catolicismo como institución, pero en vida hizo construir y donó una iglesia a la curia (que la misma rechazó, según opinan algunos porque tenía símbolos alquímicos).

También pretende en la obra defender los derechos de los obreros, pero hay que recordar que en 1903 perdió un pleito, cuando se le acusó de que a los empleados que tenía en las canteras de granito les pagaba con vales que podían canjear en negocios que le pertenecían a él. Posteriormente, en 1916, enfrenta una huelga de sus trabajadores, la que recibe el apoyo de la FORU (Federación Obrera Uruguaya). La plataforma reivindicativa incluía el cumplimiento de la ley de las ocho horas, aumentos de sueldo y mejoras en las condiciones de trabajo. Según testigos, Piria despidió a los huelguistas con ayuda de la policía. El semanario anarquista "El Hombre" lo tildaba de explotador. Como se aprecia, Piria distaba mucho de ser un modelo de socialista; sí fue, y en eso no puede haber discusión, un gran empresario, dotado de un empuje y una visión extraordinarias.

Cuando se fueron a repartir la herencia, los familiares se encontraron con que apareció una hija de Piria que hasta ese momento nadie conocía. Otras versiones indican que él la había querido "hacer pasar" como hija, pero que en realidad era una amante. No queramos saber lo que el Tribunal de Pública Moralidad hubiese opinado...



Las claves alquímicas de El Socialismo Triunfante

Mientras analizaba El Socialismo Triunfante, noté que el narrador decía que la única religión era la de Jesucristo, al tiempo que se refería a un templo donde estaban representados todos los dioses de todas las épocas. Al principio, debo confesarlo, lo interpreté como una más de las muchas contradicciones que tiene el texto. Sin embargo, había algo que me hacía dudar. Recordé entonces, que ese mismo eclecticismo de religiones, con Jesús como figura central, no era privativo de Piria, sino que formaba parte de la tradición esotérica de occidente, entre ellos los alquimistas y los rosacruces (dentro de esta orden hay un sector que también se orienta a la alquimia). Había otro punto que me desconcertaba: al describir una sociedad utópica, Piria tenía una oportunidad envidiable para destacar las bondades de la alquimia y los alquimistas. ¿Por qué razón entonces no hace ninguna mención a esto en El SocialismoTriunfante? La respuesta me llegó al instante, como una súbita luz: porque todo el libro es una metáfora de la búsqueda alquímica. Ni Floriano, ni Martínez Cherro, ni Stelardo, ni el editor de la reciente edición del 2002, ni ninguno de los numerosos comentaristas de El socialismo Triunfante, ni tampoco aquellos que se han interesado en el Piria alquimista, habían reparado en esto. Todo el mundo consideró el libro como un ejemplo de socialismo utópico —y en cierto sentido lo es— sin imaginar siquiera que era posible la convivencia de varios niveles de lectura. Yaraví Roig, autora de una novela sobre Piriápolis y su creador, no incluyó el libro en su bibliografía. Floriano, a pesar de que escribió un trabajo sobre los símbolos alquímicos dejados por Piria en Piriápolis, tampoco se dio cuenta. Después de recordar una frase de Piria que reza: "No basta ver, hay que ser vidente", menciona la novela que nos ocupa, pero sólo extrae de la misma la conclusión de que su autor era un visionario, ya que imaginó adelantos técnicos que en su época no existían. Ni éste ni ningún otro autor repararon en las claves ocultas de El Socialismo Triunfante, una verdad, que si tomamos en cuenta la fecha de su publicación, permaneció oculta más de un siglo. Este equívoco viene a sumarse a una larga lista. Federico González, en un estudio de gran erudición, titulado "Las Utopías Renacentistas-Esoterismo y Símbolo", demuestra que la Utopía, como género, tiene "raíces y vinculaciones herméticas, atestiguadas por las propias obras y autores y su intención de manifestar posibilidades ocultas para el género humano en estado profano y transmitir conocimiento y sugerir mundos y realidades no conocidas por los seres corrientes". Explica este autor que las utopías han sido "tomadas por los contemporáneos de manera literal, no simbólica, y casi exclusivamente de modo sociopolítico".

Hay dos formas de acercarnos a estas claves: considerando el escenario de la novela, y el proceso que vive el protagonista. En la primera vemos el triunfo de la alquimia en la sociedad, y en la segunda el triunfo del alquimista.



El Triunfo de la Alquimia

En el 2098 la alquimia ha triunfado. Esto no se dice abiertamente, pero las pruebas son muy claras una vez que nos detenemos sobre ellas:

1 - La alquimia pretendía ocupar un terreno intermedio entre ciencia y religión; establecer una vía paralela de conocimiento. "Es preciso obtener la razón, que es el espíritu" (A. H. van den Brul, en el prólogo de Las Bodas Químicas de Cristián Rosacruz, ediciones Mestas). Podemos afirmar, con Mariano J. Vázquez Alonso, que los rosacruces pretendían "desarrollar paralela y simétricamente el corazón y el intelecto, dando explicaciones racionales a la religión, y fundamentos religiosos a la ciencia". Entre las leyes de la Fraternidad Rosacruz se cuenta la del Renacimiento o de la Reencarnación, lo que permite la progresiva superación del espíritu.

1´- En El socialismo triunfante se nos dice que la ciencia explica los fenómenos antes considerados sobrenaturales. Todo el mundo cree en la inmortalidad del alma. "Si no creyera no razonaría, pues el atributo principal del alma es el raciocinio". Se cree en la reencarnación, de hecho, Rosalba es la esposa de Fernando reencarnada, y este es la reencarnación del propio autor: Francisco.

2- La alquimia se extiende tanto en Oriente como en Occidente, lo que en buena medida explica su sincretismo. Los alquimistas citaban incluso a pensadores y filósofos de creencias y culturas muy dispares, pero a menudo colocaban a Cristo Jesús como figura central. Por ejemplo, en el prólogo de Las Bodas Químicas de Cristián Rosacruz, publicado en Mestas, se lee: "La obra de la Escuela Espiritual de la Rosacruz de Oro tiene sus raíces en una tradición espiritual, cuya base incontestable es la piedra angular única, Jesucristo". Dice Mariano J. Vázquez Alonso: "La Rosacruz utilizó en su Corpus philosophicum no sólo el supuesto pensamiento de su fundador, sino también los contenidos de aquellas Ciencias o Artes más sustanciales de la corriente ocultista de Occidente, como la Alquimia, Kábala, Tradición Hermética o Simbología arcana".

2'- Como vimos en el templo que nos muestra Piria, ese sincretismo es más que evidente, y Jesús es también figura central.

3- Los antiguos alquimistas llamaban a la alquimia "lengua de los pájaros".

3´- En El Socialismo Triunfante se lee..."en el jardín las aves entonaban un himno al Creador".

4- Los alquimistas identifican a los cuerpos celestes con metales. Luna: plata, Mercurio: mercurio, Sol: oro, Marte: hierro, Júpiter: estaño y Saturno: plomo. Los siete "planetas" de los siete metales alquímicos. Esto se apoya en la idea de lo macro se corresponde con lo micro y en la trascendencia que se le da a la naturaleza. El alquimista toma en cuenta incluso las estaciones del año para la realización de las operaciones alquímicas. Maneja así otra concepción del tiempo. En la Orden Rosacruz el noveno se celebra durante los solsticios de verano e invierno.

4´- El narrador cambió los nombres de los días de la semana por planetas: Neptuno: es el Lunes antiguo, Martes queda igual, Urano: Miércoles, Venus: Jueves, Saturno: Viernes, Mercurio: Sábado, Júpiter: Domingo. Cuando Fernando despierta, pregunta en que fecha se encuentra, y le responden : "Nuestros años no tienen fechas: hoy estamos en el solsticio de verano".

5- Los alquimistas consideraban que existía un principio que regía toda la creación al que llamaban "espíritu universal".

5´- En El Socialismo Triunfante también se ha incorporado esta idea, que incluso se traduce en un saludo del tipo: "Que el Espíritu Universal sea contigo, hijo mío". Ya habíamos mencionado la existencia de un templo dedicado al "Espíritu Universal" ubicado en plena calle 18 de julio. Como ejemplo, digamos que entre las imágenes que se encuentran en el templo, se halla —en sitio destacado— la serpiente que se muerde la cola. En el libro Alquimia, el secreto entre la ciencia y la filosofía, Andrea Aromático señala: "La serpiente Uroborus, emblema de la propia alquimia, simboliza el núcleo conceptual de la filosofía hermética: cada cosa está ligada al Todo; materia y espíritu son una misma cosa, a través de cuya manipulación se realizan maravillas; y finalmente es posible la transmutación de los cuerpos".

6- Los alquimistas se consideran a sí mismos integrantes de una fraternidad, y aspiran a que la misma sea universal, y regida por un principio de amor. ..."el ardiente deseo de Valentín Andreae de una verdadera Fraternidad cristiana, que estaría al servicio del mundo y de la humanidad y podría, por ello mismo, transformarla..." (prólogo de Las Bodas Alquímicas de Cristián Rosacruz, edición de Mestas).

"Bien pronto vendrán tiempos felices en los que todos serán iguales; no habrá más pobres ni ricos" (Las Bodas Químicas...; en el día uno)

6´- "La religión de Cristo, como la de los grandes pensadores que le precedieron, es la que impera: ella aproximó a los hombres y, haciéndolo, realizó la fraternidad universal" (El Socialismo Triunfante, pág. 30). En el Estado Cisplatino no hay pobres ni ricos.

7- El cristianismo tradicional rechaza lo corporal y lo sensual, por oposición a lo espiritual. Por el contrario, los rosacruces y la alquimia toman lo interno y lo externo como un todo. La Fraternidad Rosacruz, que se autodenomina "Asociación de mística cristiana", tiene por lema: "Una mente equilibrada, un corazón tierno, un cuerpo sano".

7´- En el mundo de Piria, se recalca el concepto "cuerpo sano en mente sana". El respeto por el cuerpo se relaciona con el respeto por la naturaleza, una actitud presente tanto en Piria como en los alquimistas.

8- La alquimia, correctamente entendida, supone no sólo la transmutación de algunos metales en oro, sino también una transmutación espiritual, que implica un perfeccionamiento moral.

8´- A pesar de que la sociedad que se describe en El Socialismo Triunfante es altamente represiva, el autor se cuida de señalar que rara vez se infringe la ley, precisamente porque la propia gente ha evolucionado. "Un joven irreflexivo, que aún los hay, aunque avis rara en nuestros tiempos..." Y la prueba del oro es también evidente. El oro es tan abundante que se utiliza de forma corriente para brazaletes y cinturones. "Las minas de oro y plata son notables por su producción y riqueza". "El oro no hacía falta, pues sobraba..."

9- La alquimia es el trabajo de una vida, por eso los maestros son generalmente ancianos.

9´- Al despertar, Fernando es acogido por ancianos, entre ellos el propio Temístocles. Recordemos que al frente del Estado Cisplatino hay un consejo de gobierno, cuyos integrantes no pueden tener una edad inferior a los 60 años.

10- Conforme a la importancia del cristianismo para los rosacruces, el número 3 (y sus múltiplos), que alude a la trinidad, tiene un valor simbólico, a semejanza de lo que ocurre, por ejemplo, en La Divina Comedia.

10´- La caja de cristal en la que Fernando duerme, tiene triple pared de cristal. Despierta en el siglo 21 (2+1=3). Se enamora de una muchacha de 18 años (1+8=9). El gobierno se compone de 12 miembros (como los 12 apóstoles), que ejercen su mandato durante 12 años. "A las nueve de la mañana, los Altos Poderes del Estado concurren al Templo a rendir homenaje al Ser Supremo..." El templo al Espíritu Universal, situado en 18 de julio, tiene 33 escalones; en este caso se puede atender a una doble lectura, porque 18 de julio es la fecha de la jura de la constitución uruguaya, y los 33 escalones fueron puestos en honor de los 33 orientales, que participaron en la llamada "cruzada libertadora". El simbolismo del 33 es muy particular. Jesús murió y resucitó a esa edad. Para los masones el grado 33 es la principal jerarquía. En el Cerro del Toro —sito en la ciudad de Piriápolis— se cuentan, desde el toro hasta la cima del cerro, 33 escalones. Hay quienes opinan —atendiendo a las logias que había en Uruguay en la época de su independencia— que el número de "33 orientales" no fue elegido por casualidad.



Contradicciones sólo aparentes

Cuando analizaba el texto por primera vez, me encontré con algunos choques de ideas, que suponían flagrantes contradicciones, pero que sólo lo eran en apariencia.

El narrador sostiene que todas las religiones defienden los mismos principios, para luego afirmar que "la idea divina de todos los siglos fue y será en el fondo la idea cristiana, reveladora de un Dios de amor que vivió con el pueblo, con la civilización y con la ciencia". Puntualiza que "nada hay de estable, fijo, inmóvil: la evolución continua es la ley del espíritu y de la materia". Pero estima que estamos en una "edad de oro", pone los destinos el país en manos de sexagenarios, y señala que en el siglo XXI ..."la humanidad entera se ha encontrado al fin en el camino de la verdad: todos los pueblos son cristianos". Sólo en Montevideo existen 457 periódicos, pero ninguno de ellos es contrario al gobierno, ya que éste ha sido elegido de manera popular.

En buena medida, muchos de estos conceptos, que en un primer momento del análisis me hacían pensar en contradicciones del autor, quedan sin embargo resueltos en la lógica alquímica. Ella nos permite comprender no sólo el sincretismo religioso, sino también el hecho de que no haya desobediencia civil, ni crítica al gobierno, dado que existe una fraternidad universal. La inmutabilidad, el concepto de verdad, la universalidad, la importancia dada a la tercera edad, y el carácter de la educación, quedan también, sino justificados, por lo menos explicados.



El Triunfo del Alquimista

1- Las Bodas Químicas... se estructura en siete capítulos, a los que se llama: "día uno", "día dos", etc. La razón es que el hombre debe emular a Dios, realizando una creación a escala. ...Por eso Cristián Rosacruz vive en sí mismo los siete días de la creación.

1´- En El Socialismo Triunfante a los capítulos se les llama "jornadas". Son seis, no existe séptima, porque ahí es justamente cuando Fernando despierta y comprende la gran obra que tiene por delante: hacer de ese sueño una realidad.

2- Los alquimistas creen que es posible alcanzar una longevidad extraordinaria.

2´- Como todo alquimista, Fernando se anticipa a su tiempo (siglo XIX) y bebe el elixir de un fakir, lo que le permite vivir 200 años. El elixir no sólo lo hace dormir, sino que lo alimenta durante todo ese tiempo. En El Socialismo Triunfante, personas de más de ochenta y noventa años se muestran muy vitales y hasta pronuncian largos discursos.

3- Para los rosacruces, la verdadera patria está en Cristo, y a ella sólo se accede por el renacimiento.

3´- El primer capítulo de la novela de Piria, se titula textualmente: "¡Mi patria! El año 2098. Primera Jornada". Los hombres del siglo XXI ya han conquistado esa patria, pero Fernando debe vivir las jornadas como un aprendizaje, porque la patria no es sólo el lugar físico, sino un estadio interior y espiritualizado. Piria probablemente eligió ponerle Fernando a su protagonista, porque ese es su primer nombre. Recordemos también que tenía varios nombres; pero más allá de este dato, Fernando (de origen germano) significa, según las distintas interpretaciones: "inteligente y valiente", "el guerrero audaz" y "preparado o dispuesto para la paz, o para el viaje".

4- De acuerdo con la simbología que proporciona Stelardo, el "Esplendor- Resplandor del Sol en el cielo" es el "Mensaje del Creador al hombre, el espíritu en la materia". El sol simboliza a Dios. Heliópolis se ha realizado y expandido. A Cristián Rosacruz le entregan una moneda de oro que tiene la siguiente inscripción: "Deux Lux Solis" (Dios es la Luz del Sol). En "Cristianópolis", Andreae sustituye la locución católica consagrada "dies dominica" (día del Señor) por "dies solis" (día del sol). Y escribe "...¿qué será cuando vuelva Cristo, el Sol..."

4´- La primera jornada de El Socialismo Triunfante comienza así: "¡Qué lindo es el sol!". El sentido alquímico de esto es que Dios ha triunfado. Recordemos que Fernando despierta cuando la influencia del sol está en su apogeo: en el solsticio de verano. Por otra parte, conforme a la simbología cristiana, el abandonar el sueño tiene el sentido de "despertar" a la verdad. Poco más abajo de la exclamación referida, leemos: "La primera sensación que sentí fue de extrema debilidad, al mismo tiempo que un templado rayo de sol me arrullaba suavemente, cuando abrí los ojos y saludé con la imaginación al astro-rey". Claramente, el personaje se siente reconfortado por Dios, el rey de la creación, plenamente identificado con el sol, y lo reconoce saludándolo, es decir, agradeciéndole.

5- Nuevamente de acuerdo con Stelardo, y por qué no con una simbología muy difundida, el agua representa la purificación y un renacimiento.

5´- A poco de despertar, Fernando es conducido a una gran piscina. Después de la higiene, Rosalba le proporciona "el nuevo traje que debía usar desde entonces". El baño cobra un valor bautismal. La vestimenta, apunta John Baldock..."también representa lo que hay que dejar atrás para entrar en una nueva vida".

6- Para los alquimistas, la rosa simboliza la finalidad, el logro absoluto y la perfección. El desarrollo espiritual, la regeneración. El símbolo de la Gran Obra alquímica.

6´-Fernando se enamora de Rosa del Alba. Su nombre sugiere la perfección alcanzada mediante un renacimiento. El alba de una nueva existencia. Rosalba significa: "rosa blanca". En "La Alquimia y el Grial en el Río de la Plata", Stelardo recoge un fragmento de un antiguo poema iniciático titulado "Rosas Blancas". En su parte medular reza así: "Naces con rosas blancas/ y tres tallos por recorrer [...] que no te detenga el miedo/ de saberlas en tu mano/ ni el éxtasis de su esbeltez./ De ellas debes buscar/ lo que no puedes tocar o ver". A Rosalba se la describe como una "virgen beldad de 18 años". La virginidad representa lo nuevo, lo puro. Así como en las bodas alquímicas los participantes son conducidos a menudo por vírgenes, la virgen Rosalba acompaña a Fernando. Rosalba, al final lo sabemos, es su esposa reencarnada en otra mujer. Esto hace que la atracción entre ambos, y el encuentro final, se tornen algo ineludible, por la extraordinaria fuerza del destino.

Es interesante señalarar que la criada que baña a Fernando y de una forma simbólica lo prepara así para el posterior encuentro decisivo con Rosalba, se llama Mirta. Conforme a lo que dice el diccionario de nombre de Océano, "Mirta: procede del latín myrtus "mirto", que es una planta de flores blancas y olorosas muy espectaculares. Era uno de los apodos de Afrodita en la mitología griega, por ser planta sagrada dedicada a su culto."

7- Para los alquimistas, el objetivo principal de la Gran Obra es la unión de los contrarios, es decir "Rebis" —la cosa doble, el andrógino— que conserva las particularidades de las dos iniciales, pero que crea una tercera.

7´- El abrazo de Fernando y Rosalba, precisamente al final de la novela, alcanza el grado de fusión y superación de los contrarios: "Fue tan grande la emoción que invadió nuestros seres y tan inmenso el inconcebible placer de nuestras almas en ese supremo instante, al estrecharla en mis brazos, que mi cuerpo y el de ella rodaron al abismo, mientras nuestros espíritus, libres de la terrestre envoltura, unidos en estrecho é inseparable lazo, vagaban sobre la encantada ciudad, en medio de la bruma crepuscular, entre el día que se despide y la noche que avanza..."

En los rosacruces, el color de la rosa se corresponde con distintos grados de perfeccionamiento. La rosa blanca es el punto más alto, lo que posibilita que el iniciado se eleve hacia un plano superior de existencia (no corporal); es por eso que al abrazarse Fernando y Rosalba, sus espíritus literalmente se fusionan y vuelan sobre el mundo material.



¿Piria rosacruz?


Piria en plena prosperidad


Mientras preparaba este trabajo, comencé a notar que ciertas palabras o expresiones, más que con la antigua alquimia, se relacionaban con los rosacruces (de acuerdo a lo que se podía apreciar en los comentarios que acompañan la edición de Mestas de "Las Bodas Alquímicas..."). Por eso intuí que tal vez Piria había formado parte de esta orden. Posteriormente, por una casualidad del destino, tuve en Montevideo una conversación —lamentablemente breve— con una maestra de la orden Rosacruz, que tenía más de cuarenta años en la misma. Obviamente se me ocurrió preguntarle si Piria había sido uno de los miembros. Me respondió que tenía la absoluta certeza de que así era.

Para poder rastrear las probables fuentes de El socialismo Triunfante, hubiese sido muy interesante tener acceso a la biblioteca de Francisco Piria. Lamentablemente, esto, por ahora, no va a poder ser. En busca de datos para esta investigación, entrevisté al señor Fabián Parente Piria, quien además de ser descendiente del personaje que nos ocupa ha conservado datos de tradición oral, que ha enriquecido con sus propias lecturas y entusiastas visitas a Piriápolis.

Esta persona me señaló que los libros que se encuentran en el castillo de Piria no son los que le pertenecieron a su célebre pariente, sino otros muy posteriores. Los originales desaparecieron en manos de algunos de los sucesivos propietarios que tuvo el lugar tras la muerte de su dueño, entre los que se cuentan particulares y la propia intendencia municipal del departamento de Maldonado. Esto no es de extrañar, ya que incluso el propio castillo fue saqueado. Parente recuerda haber visto cosas que ya no están, como la grifería de oro, y hasta un sillón de peluquero que tenía el apoya cabeza y los posabrazos de oro, además de un retrato de Piria en el respaldo.

Para no incidir en sus respuestas, no le hablé en ese momento a Parente sobre el curso de mis investigaciones. Me limité a preguntarle a qué logia, o grupo de cualquier tipo pensaba que podía haber pertenecido su tío bisabuelo. Me contestó —como se sabe— que éste había integrado la masonería, pero que se había retirado porque no había encontrado en ella lo que estaba buscando. Más allá de esto, estimaba que probablemente había sido miembro de los rosacruces, "ya que otros caminos hubiesen estado reñidos con el cristianismo".

Luego le pregunté si recordaba, en Piriápolis, algún símbolo o inscripción que tuviese una rosa en el centro de una cruz. Recordó que sí, que efectivamente, había visto este símbolo en azulejos, y también en algunos muebles, que forman parte del patrimonio del Castillo de Piria, hoy convertido en museo.



El Socialismo Triunfante y Cristianópolis

Uno de los fundadores de la Orden Rosacruz, coautor de los Manifiestos Rosacruces, fue el célebre pastor luterano Johann Valentín Andreae, nacido en Alemania en 1586. Sin embargo, con posterioridad a las Bodas Alquímicas, escribió una serie de libros, que al decir de estudiosos como Emilio García Estébanez, tenían por objeto tomar distancia del movimiento rosacruz, ya que consideraba que éste se estaba apartando de la sobriedad y sencillez que deben tener los cristianos, y estaba tomando elementos esotéricos de otras religiones. Sobre esto hay una gran polémica. Mientras unos consideran que Andreae efectivamente se apartó de los rosacruces, otros estiman que en realidad se vio obligado a fingir una aparente renuncia (que nunca fue del todo clara) para evitar las persecuciones. Actualmente, los rosacruces reivindican su figura.

Hecha esta apreciación, ya que estamos considerando la posibilidad de que la novela de Piria tenga un trasfondo rosacruz, es interesante recordar que Andreae también escribió en latín, en 1619, una utopía conocida comúnmente como Cristianópolis. Precisamente, esta obra pertenece al período donde Andreae se vuelve hacia un cristianismo más tradicional, y por lo mismo más alejado de aquellos elementos herméticos que eran más del gusto de sus continuadores y que han llegado hasta los rosacruces actuales.

En El Socialismo Triunfante se habla de reencarnación, y aunque se manifiesta la supremacía de Jesucristo sobre todo, se contempla la presencia de distintos dioses. En Cristianópilis no se puede hablar de reencarnación, sino de la resurrección de los cuerpos, y en el Templo sólo hay sitio para las imágenes de la Biblia y únicamente espacio para la figura de Cristo.

Sin embargo, hay conceptos que acercan a ambas utopías. Piria toma distancia del catolicismo, al igual que Andreae, que era protestante.

La ciencia no sólo no se opone a la religión de Cristo, sino que nos ayuda a comprenderla.

La educación también es similar. En El Socialismo Triunfante los niños son llevados a un internado a los cinco años, en Cristianópolis sucede a los seis. La educación, por otra parte, hace más hincapié en inculcar la religión y los valores que en desarrollar otro tipo de conocimientos. El cuidado del cuerpo y de la naturaleza también se destacan.

El arte está fuertemente condicionado a la censura del estado. La justicia civil está regida por una férrea moral cristiana.

El tres, con sus múltiplos, es nuevamente un número recurrente: Cristianópolis es una isla triangular, el visitante es recibido por tres examinadores, el gobierno es un triunvirato, hay 24 senadores con doce sustitutos. Las salas de la ciudadela son doce, de 33 pasos de ancho, 33 de largo y 12 de alto. La oración se realiza tres veces por día. Uno de los capítulos, el 63, se llama incluso "Los números místicos", donde se deja sentado que Dios ha hecho todo con números.

De acuerdo con el sentido de viaje iniciático que hay en El Socialismo Triunfante, el personaje despierta de un sueño de 200 años y renace a una nueva vida. Los Cristianopolitanos llaman "sueño" a la muerte.

Al igual que el protagonista de El Socialismo Triunfante, el de Cristianópolis recibe, apenas llega, un baño que tiene el valor de un bautismo, y es "vestido con ropas nuevas".

Por último, es interesante recordar que Fernando despierta en el estado Cisplatino cuando se está cumpliendo el solsticio de verano. El narrador de Cristianópolis señala "...lo más seguro de todo es que, si lo permite el cielo y no lo impide la tierra, y el mar está tranquilo, si es Cristo el mentor de la expedición y los compañeros están ávidos de una vida mejor, te subas a la nave cuya enseña es cáncer y tras una feliz travesía arribes a la misma Cristianópolis y, con temor de Dios, lo inspecciones allí todo con el mayor detenimiento". A propósito de "cáncer", Estébanez apunta: "Signo del zodíaco que simboliza el abandono de la tierra y el retorno al cielo". Ahora bien, a este dato, deseo agregar el siguiente: según el horóscopo, cáncer va del 21 de junio al 22 de julio. Precisamente, el solsticio de verano (para el hemisferio europeo) se cumple a partir del 21 de junio.

Finalmente, más allá de los puntos de encuentro existentes entre El Socialismo Triunfante y Cristianópolis, quiero reiterar la idea de que Piria está más cerca de los continuadores de Andreae, que del propio Andreae. O tal vez debiéramos decir "de lo que Andreae estaba dispuesto a admitir". La base cristiana, el sincretismo religioso, la tolerancia hacia otras religiones, la idea de reencarnación, el simbolismo de la rosa, y la tradición hermética de occidente en general, son todos conceptos que están presentes en los rosacruces actuales, y que también aparecen en El Socialismo Triunfante.

En su Diccionario Esotérico, Zaniah señala a propósito de los Rosacruces: "El movimiento rosacruz propendía a una reforma universal de carácter religioso-social tendiente a la elevación espiritual del hombre. En su esencia era un cristianismo esotérico fuertemente impregnado de corrientes herméticas, neoplatónicas, gnósticas, cabalísticas y alquímicas". Todo parece encajar. Los nombres de los tres personajes principales no son casuales. Temístocles en griego significa "la gloria de la ley". Históricamente fue un destacado político y general ateniense (¿525-460?), jefe del partido democrático de Atenas. Rosa del Alba alude al ideal alquímico. En ellos quedan sintetizados los dos niveles principales de lectura que tiene El Socialismo Triunfante: el político y el metafísico. Fernando, como sabemos, es el primer nombre de Piria. Tal vez esta fue la forma que el autor eligió para expresar su ideal rosacruz.

De todas maneras, lo que resulta concluyente es que El Socialismo Triunfante tiene evidentemente un trasfondo esotérico de peso, que como decía al principio de este ensayo permaneció ignorado más de un siglo. Mucho más importante que dilucidar si, además de integrar la masonería, Piria perteneció a la orden rosacruz, cosa que como vimos parece bastante probable, es saber que tenía una comunión de pensamiento con la misma y con la alquimia, y que esos ideales los transmitió a su utopía.



Una posible fuente

Una fuente de El Socialismo Triunfante —no la única— podría ser la utopía Hypnerotomachia Poliphili (1499, conocida también como El sueño de Polifilo), de Francisco Colonna, considerada una joya dentro de las utopías del Renacimiento, no sólo por la calidad de su texto sino también por la belleza de sus grabados, lo que ha hecho afirmar a algunos que es la obra más hermosa jamás salida de una imprenta. Para Federico González, el eje de esta obra estaría pautado por "como la Belleza es puerta de entrada a la Sabiduría por el Amor".

Tiene un profundo sentido esotérico, con dioses paganos como Júpiter, Hermes, Cupido, Venus, etc. Es un viaje iniciático, de Conocimiento, en el que el protagonista Polifilo se enamora de Polia, que representa la Sabiduría. Si bien es un relato de inspiración pagana, tiene algunos elementos que me han hecho pensar que podría tratarse de una fuente de El Socialismo Triunfante:

1- Era una obra que gozó de cierto prestigio y era bastante conocida en Europa entre las personas cultas de la burguesía y la nobleza que se interesaban por los temas esotéricos. Estaba escrito con giros de diversas lenguas: latín, griego, veneciano, toscano y castellano. Es bastante probable que Piria la hubiese leído si, como suponen gente como Stelardo, él frecuentaba círculos ocultistas. Con respecto a las lenguas, es obvio que conocía el italiano, ya que vivió en la península hasta los doce años, y la formación clásica que le dio su tío jesuita perfectamente pudo haber incluido —según era costumbre— el latín y el griego.

2- La obra finaliza cuando los protagonistas se besan y se unen en un estrecho abrazo. La unión de ambos personajes esotéricamente se relaciona, como en la obra de Piria, con la conjunción de dos cuerpos que buscan ser uno. En el momento del abrazo se descubre que todo lo vivido fue un sueño. Aquí las coincidencias son notables.

3- También se pueden apreciar algunas coincidencias estilísticas que no me parecen nada despreciables. Por ejemplo, refiriéndose a las ninfas, Colonna escribe que tenían las cabelleras "lascivamente atadas con cordones de plata", y utiliza el adjetivo "lácteas" para describir la blancura de sus gargantas.

En El Socialismo Triunfante Piria escribe que Rosalba llevaba puestas unas pequeñísimas sandalias de cuero de cocodrilo que "aprisionaban lascivamente sus pies", y describe sus brazos como "mórbidos y lácteos". La utilización en ambas obras del adjetivo lácteo para destacar la blancura de una piel, puede, de acuerdo a ciertos cánones de belleza, tomarse como una coincidencia plausible. No me parece tan natural sin embargo, el uso que se hace del término "lascivamente". Las cintas no atan "lascivamente" las cabelleras, ni los calzados aprisionan "lascivamente" los pies. Creo que en este caso Piria se vio literariamente influenciado por Colonna. Yo estimo que en determinado momento de la narración de El Socialismo Triunfante Piria debió —inconscientemente— recordar estas palabras. Esta influencia podría estar explicando un error que ya hemos oportunamente señalado. Hasta ese momento Rosalba había sido descripta como con una joven pura y virginal, nada más alejado de lo lascivo y lo mórbido, pero lo que es más concluyente, se la había presentado no destacando la blancura de su piel, sino por el contrario, afirmando que era "trigueña".

De confirmarse esta eventual fuente, no sería de extrañar que Piria hubiese tenido en su poder un ejemplar, incunable donde los haya, de la Hypnerotomachia Poliphili. Sin duda un motivo más para lamentar la desaparición de su biblioteca. Ya había señalado que Parente sostenía la tesis de que la biblioteca se había "perdido" en manos de los distintos propietarios que había tenido el castillo. Más recientemente, el arquitecto Juan Antonio Ackerman, que está estudiando algunos aspectos de Piria, me señaló que, según le habían revelado vecinos de Piriápolis, cajas con libros y papeles de todo tipo habían sido arrojadas a la calle por algunos de los descendientes, encolerizados con lo expuesto en el testamento.



Pablo Dobrinin



Notas:

1:- En el libro Borges y la Ciencia Ficción, Carlos Abraham menciona —además de El Socialismo Triunfante— a las siguientes utopías latinoamericanas:

- 1878: Desde Júpiter, del chileno Francisco Miralles

- 1879 : Buenos Aires en el año 2080, de Achilles Sioen.

- 1891: En el siglo XXX, de Eduardo de Ezcurra.

- 1904: La estrella del Sur (a través del porvenir), de Enrique Vera y González.



2:- Ahora que escribo esto, no puedo dejar de recordar que en este 2006 se está hablando mucho en Uruguay, en distintos medios de comunicación, del invento del ingeniero Armando Regusci, autor del "motor Regusci", que funciona con aire comprimido y que es altamente recomendable por ser muy económico y no provocar contaminación. Regusci, docente de física, matemática, además de mecánico e inventor, también cree, como Piria lo expresaba en 1898, que el aire comprimido es la energía del futuro, aplicable a vehículos de tierra, mar y aire. Este inventor en 1993 recorrió 100 km. en una moto con una sola carga de aire comprimido, y también probó su invento con éxito en un auto. Ya ha conseguido vender una importante cantidad de acciones entre personas que han decidido apoyar el proyecto de comercializar su invento. Para el correr de este año tiene planificado sacar al mercado una moto que se estima costará unos 600 dólares.

El auto de Regusci, apenas el "esqueleto" de una carrocería con motor, no deja de recordar al inventado por Piria:

"Durante el día, las calles centrales sólo están destinadas al movimiento de personas con sus respectivos carruajes, si así puede llamarse a una especie de canastos de alambre, niquelados uno y dorados otros, forrados de fina seda, sostenidos por un eje de aluminio que descansa sobre dos ruedas del mismo metal, con llantas de goma, movidos eléctricamente algunos, mientras los más eran impulsados por el aire comprimido, que tantos beneficios ha reportado en la vida actual, según el invento hecho por el célebre Oscar Rossini á mediados de este siglo". (pág.16 de la edición del 2002 de El Socialismo Triunfante).



Publicaciones de Piria:

- Impresiones de un viajero en el país de los llorones, 1879 (con el pseudónimo de H. Patrick)

- La familia del coronel, Montevideo, 1881, por orden de "La industrial".

- Mr. Henry Patrick en busca del pueblo oriental, Montevideo, Rius y Becchi, 1882 (H. Patrick).

- Dos palabras al pueblo trabajador, honrado, económico y progresista sobre el que descansa el porvenir de la Patria, Montevideo, Imprenta y encuadernación de Rius y Becchi, 1884.

- Un pueblo que ríe, Montevideo, "La industrial", 1886 (H. Patrick).

- El Socialismo Triunfante, Montevideo, Dornaleche y Reyes 1898.

- Misterio, Montevideo, Barreiro y Ramos, 1902.

- Una manera única de hacer fortuna, Montevideo, Dornaleche y Reyes, 1906.



Bibliografía utilizada:

- El Socialismo Triunfante - Lo que será mi país dentro de 200 años. Francisco Piria, Colección : Los libros de Piria. Editado por Rutrin S.R.L., 227 pág., Buenos Aires, Argentina. Febrero de 2002 (edición de 500 ejemplares). (Publicado originariamente por Dornaleche y Reyes, en Montevideo, en 1898).

- Alquimia, el secreto entre la ciencia y la filosofía. Andrea Aromático, Ediciones B, Barcelona, 1997.

- La Alquimia y el Grial en el Río de la Plata. Julio C. Stelardo, Editorial Aymara (RIKENEL S.A.), agosto del 2002.

- Diccionario Esotérico. Zaniah, editorial Kier, Buenos Aires, 2003.

- El Simbolismo Cristiano. John Baldock, editorial Edaf, Madrid, 1992.

- Las Utopías Renacentistas - Esoterismo y Símbolo. Federico González, editorial Kier, Buenos Aires, 2004.

- Bodas Químicas de Cristián Rosacruz. Valentín Andreae, Mestas ediciones, Madrid, mayo del 2001.

- Cristianópolis. Título original: Reipublicae Christianopolitanae Descriptio. Johann Valentín Andreae. Edición de Emilio García Estébanez. Akal ediciones, Madrid, 1996.

- Escuelas Esotéricas de Occidente. Mariano J. Vázquez Alonso, Ediciones 29, Barcelona, septiembre de 1994.

- Diccionario Esotérico de la Biblia. Océano/Abraxas, Barcelona, 2000.



Para aquellos interesados en ahondar en la biografía de Francisco Piria, les recomiendo:

- Por los tiempos de Francisco Piria, Luis Martínez Cherro (nueva edición corregida y ampliada), Banda Oriental, 2003. Edición original de 1990. (Me parece un acto de justicia recomendar este libro, ya que todo el mundo se aprovecha de las investigaciones de Martínez Cherro para escribir artículos, sin tener al menos la decencia de citarlo).

Martínez Cherro no analiza el tema de la alquimia; si alguien está interesado en este punto es conveniente leer el artículo de Jorge Floriano publicado en internet, que cuenta con fotografías de Daniel Buschiazzo. La dirección es: http:webs.montevideo.com.uy/arcano23/Junio/Piria01.htm

Finalmente, se me ha informado que la directora del museo que funciona en el Castillo de Piria está preparando un libro con fotos y explicaciones de los símbolos alquímicos allí presentes, que tiene por objeto servir de guía a los visitantes.

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