El castillo y el palacio
El castillo
El castillo fué construído en 1897 por el ingeniero Aquiles Monzani, sobre diseño del propio Piria. Verdadera "mansión filosofal" al decir de Fulcanelli, hoy es un pálido reflejo del esplendor que tuvo en su época.
Buena parte de los símbolos han desaparecido. La avenida de acceso estaba flanqueada por estatuas de deidades griegas que representaban a los planetas y los metales de la alquimia. La fuente consagrada a Neptuno con su estatua correspondiente, fue destruída: aquí se mostraba la vía utilizada por Piria en sus trabajos alquímicos: la llamada "vía húmeda", la cual dura exactamente un año, el tiempo que vivió Piria permanentemente en el castillo: una vez lograda su meta no volvió más a él y se alojaba en alguno de sus hoteles. El subsuelo, donde se encontraba su laboratorio fue tapiado.
La habitación superior del castillo era utilizada como lugar de meditación y para sus proyecciones astrales en el tiempo y en el espacio.
En el interior del castillo llama la atención una puerta puesta sobre la pared: aparentamente no conduce a ninguna parte, pero en realidad es un recordatorio de que las puertas a otros mundos están en éste y que hay que tener la suficiente atención para "verlas".
Los perros ubicados frente a la puerta principal son lebreles, perros de caza, y entre sus patas tienen el morral y una liebre muerta. La liebre, en alquimia, es el símbolo de la "materia prima", también conocida como "mercurio".
Ambos nombres denotan algo difícil de agarrar, algo evasivo. Sin embargo, los perros lograron darle caza, lograron "fijar la materia". Y la clave de esto está en la que fuera la ubicación original de estos perros: en la puerta de las caballerizas del castillo, pues es allí donde se encuentra el material necesario para la fijación mencionada...
Otro símbolo importante son las figuras que coronan las columnas de la entrada. Dos dragones entrelazados formando una X. La equis es el símbolo del fuego, elemento fundamental en la consecución de la Gran Obra. Estas figuras surgen de entre hojas de acanto al extremo de las columnas.
La columna representa el tubo de ensayo. Cuando se pone la materia prima al fuego en el tubo de ensayo, ésta cristaliza y sus cristales, vistos al microscopio, se asemejan a las hojas de dicha planta.
Aquí hablamos de alquimia de laboratorio, y a quien tenga conocimientos profundos de química le resultará sencillo identificar esta materia, mencionada en los textos con infinidad de nombres pero jamás con el verdadero.
En lo que fueran los jardines del castillo, aún se conservan varios copones en los que aparece una figura que parece ser la del "diablo", sin embargo se trata de Bafonet, figura emblemática de los Templarios que, malinterpretada, diera pie a la acusación de que adoraban a Satanás y por lo cual terminaran injustamente en la hoguera.
Sobre la derecha del castillo, Piria plantó varias yucas africanas, que solamente crecen allí. Intentos de transplantarlas a otro lugar han fracasado. La razón es que no se trata de yucas comunes, pues Piria las trató con la llamada "piedra vegetal" -otro de los productos derivados de la piedra filosofal- que permite la perfección de toda especie vegetal.
El palacio
En 1915 Piria adquirió en Montevideo, el terreno donde levantaría su Palacio, diseñado por él y encargado al arquitecto Camilo Gardelle, egresado de la Escuela de Bellas Artes de París.
A diferencia de la austeridad de su castillo, el palacio rebosa arte por todos los costados, además de ser también un libro abierto en cuanto a la simbología alquímica.
Sede de la Suprema Corte de Justicia desde 1954, en que lo adquiere el Estado, el edificio fue declarado, en 1975, Monumento Histórico Nacional, lo que ha garantizado su perfecta conservación.
Ya en la entrada del palacio encontramos un símbolo importante en los dos vasos que flanquean la puerta: son los llamados por Fulcanelli "vaso natural" y "vaso del Arte". Es una alusión al cuerpo físico, tal cual lo crea la Naturaleza, y al cuerpo perfeccionado tal cual lo crea el Arte alquímico.
Sobre la fachada que da a la Plaza Cagancha, las ventanas del sótano están adornadas con rosas, dando a entender que la base, el fundamento de todo lo que hizo Piria fue la alquimia, sobre todo en el aspecto filosófico y vivencial.
La verja que rodea al palacio está coronada en cada uno de sus pilares por una rosa, pero esta vez en capullo. Es un símbolo de la esperanza y del hecho de que siempre lo mejor está por venir, a pesar de las apariencias.
Poca gente sabe que el momento más oscuro de la noche no es a las tres de la madrugada ni en la medianoche misma, sino un momento antes de empezar a clarear. La naturaleza nos indica así que no hay que desesperar, y que cuando estamos en la oscuridad más oscura (llamada la "noche del alma"), en realidad la luz está cerca.
Paciencia y esperanza, pues, van de la mano y así lo positivo no se hará esperar.
CASTILLO DE PÌTTAMIGLIO
domingo, 18 de marzo de 2007
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